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sábado, agosto 17, 2024
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    Esdras 4 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Los adversarios detienen la obra

    1. Cuando los adversarios de Judá y Benjamín oyeron que los hijos del Destierro estaban edificando un templo a Jehová el Dios de Israel,

    2. en seguida se acercaron a Zorobabel y a los cabezas de las casas paternas y les dijeron: “Déjennos edificar junto con ustedes; porque, lo mismo que ustedes, nosotros buscamos a su Dios y a él le hacemos sacrificios desde los días de Esar-hadón el rey de Asiria, que nos hizo subir acá”.

    3. No obstante, Zorobabel y Jesúa y los demás cabezas de las casas paternas de Israel les dijeron: “Ustedes no tienen nada que ver con nosotros en edificar una casa a nuestro Dios, porque nosotros mismos juntos edificaremos para Jehová el Dios de Israel, tal como el rey Ciro el rey de Persia nos ha mandado”.

    4. Ante eso, la gente de la tierra estuvo continuamente debilitando las manos del pueblo de Judá y desanimándolos de edificar,

    5. y alquilando consejeros contra ellos para frustrar su consejo todos los días de Ciro el rey de Persia hasta el reinado de Darío el rey de Persia.

    6. Y en el reinado de Asuero, al comienzo de su reinado, escribieron una acusación contra los habitantes de Judá y Jerusalén.

    7. También —en los días de Artajerjes— Bislam, Mitrídates, Tabeel y los demás de sus colegas escribieron a Artajerjes el rey de Persia, y la escritura de la carta fue escrita en caracteres arameos y traducida al lenguaje arameo.

    8. Rehúm el funcionario principal del gobierno y Simsai el escribano escribieron una carta contra Jerusalén a Artajerjes el rey, como sigue:

    9. Entonces Rehúm el funcionario principal del gobierno y Simsai el escribano y los demás de sus colegas, los jueces y los gobernadores menores del otro lado del Río, los secretarios, el pueblo de Erec, los babilonios, los habitantes de Susa, es decir, los elamitas,

    10. y las demás naciones que el grande y honorable Asnapar llevó al destierro y estableció en las ciudades de Samaria, y los restantes de más allá del Río, ——; y ahora,

    11. esta es una copia de la carta que enviaron acerca de ello: “A Artajerjes el rey, tus siervos, los hombres de más allá del Río: Y ahora,

    12. sepa el rey que los judíos que subieron de ti acá a nosotros han venido a Jerusalén. Están edificando la rebelde y mala ciudad, y proceden a terminar los muros y a reparar los fundamentos.

    13. Ahora sepa el rey que, si esta ciudad se reedificara y sus muros se terminaran, ni impuesto ni tributo ni peaje darán, y ello causará pérdida a las tesorerías de los reyes.

    14. Ahora bien, puesto que nosotros en realidad comemos la sal del palacio, y no es correcto que estemos viendo que se desnude al rey, por esta razón hemos enviado y [lo] hemos hecho saber al rey,

    15. para que haya una investigación del libro de los registros de tus antecesores. Entonces hallarás en el libro de los registros, y aprenderás, que esa ciudad es una ciudad rebelde y que causa pérdida a los reyes y a los distritos jurisdiccionales, y dentro de ella hubo fomentadores de revueltas desde los días de la antigüedad. Por esta razón esa ciudad ha sido asolada.

    16. Hacemos saber al rey que, si esa ciudad se reedificara y sus muros se terminaran, entonces tú ciertamente no tendrás participación más allá del Río”.

    17. El rey envió palabra a Rehúm el funcionario principal del gobierno y a Simsai el escribano y a los restantes de sus colegas que moraban en Samaria y a los restantes de más allá del Río: “¡Saludos! Y ahora,

    18. el documento oficial que ustedes nos han enviado se ha leído claramente delante de mí.

    19. De modo que por mí se ha emitido una orden, y se ha investigado y hallado que esa ciudad desde los días de la antigüedad ha sido una que se levanta contra reyes, y una en que se han promovido rebelión y revuelta.

    20. Y resultó haber reyes fuertes sobre Jerusalén, y que lo gobernaban todo más allá del Río, y se les daba impuesto, tributo y peaje.

    21. Ahora, emitan una orden para que cesen estos hombres físicamente capacitados, para que esa ciudad no sea reedificada sino hasta que yo emita la orden.

    22. De modo que tengan cuidado de que no haya negligencia en cuanto a actuar en este asunto, para que no aumente el daño en perjuicio de los reyes”.

    23. Ahora bien, después que la copia del documento oficial de Artajerjes el rey se hubo leído delante de Rehúm y Simsai el escribano, y sus colegas, ellos fueron apresuradamente a Jerusalén, a los judíos, y los hicieron cesar por la fuerza de armas.

    24. Fue entonces cuando cesó la obra en la casa de Dios, que estaba situada en Jerusalén; y continuó detenida hasta el segundo año del reinado de Darío el rey de Persia.