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viernes, julio 19, 2024
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    Éxodo 19 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Israel en Sinaí

    1. Al tercer mes después de haber salido los hijos de Israel de la tierra de Egipto, el mismo día, entraron en el desierto de Sinaí.

    2. Y procedieron a partir de Refidim y a entrar en el desierto de Sinaí y a acampar en el desierto; e Israel se puso a acampar allí enfrente de la montaña.

    3. Y Moisés subió al Dios [verdadero], y Jehová empezó a llamarlo de la montaña, diciendo: “Esto es lo que has de decir a la casa de Jacob y anunciar a los hijos de Israel:

    4. ‘Ustedes mismos han visto lo que hice a los egipcios, para llevarlos a ustedes sobre alas de águilas y traerlos a mí mismo.

    5. Y ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los [demás] pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí.

    6. Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa’. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel”.

    7. De modo que Moisés vino y llamó a los ancianos del pueblo y expuso ante ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado.

    8. Después de eso todo el pueblo respondió unánimemente y dijo: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo”. Inmediatamente llevó Moisés a Jehová las palabras del pueblo.

    9. Ante esto, Jehová dijo a Moisés: “¡Mira! Vengo a ti en una nube oscura, a fin de que el pueblo oiga cuando hable contigo, y para que en ti también pongan fe hasta tiempo indefinido”. Entonces Moisés informó a Jehová las palabras del pueblo.

    10. Y Jehová pasó a decir a Moisés: “Ve al pueblo, y tienes que santificarlos hoy y mañana, y ellos tienen que lavar sus mantos.

    11. Y tienen que hallarse listos para el tercer día, porque al tercer día descenderá Jehová ante los ojos de todo el pueblo sobre el monte Sinaí.

    12. Y tienes que fijar límites para el pueblo en derredor, diciendo: ‘Guárdense de subir a la montaña, y no toquen el borde de ella. Cualquiera que toque la montaña será muerto, positivamente.

    13. No ha de tocarle mano alguna, porque positivamente será apedreado o positivamente será asaeteado. Sea bestia u hombre, no vivirá’. Al toque del cuerno de carnero ellos mismos podrán subir hasta la montaña”.

    14. Entonces Moisés bajó de la montaña al pueblo, y se puso a santificar al pueblo; y ellos se ocuparon en lavar sus mantos.

    15. Por consiguiente, dijo a la gente: “Alístense durante los tres días. No se acerquen a mujer”.

    16. Y al tercer día, cuando amaneció, aconteció que empezó a haber truenos y relámpagos, y una nube densa sobre la montaña y un sonido muy fuerte de cuerno, de manera que toda la gente que estaba en el campamento empezó a temblar.

    17. Moisés ahora hizo que el pueblo saliera del campamento al encuentro del Dios [verdadero], y ellos fueron tomando su posición al pie de la montaña.

    18. Y el monte Sinaí humeaba por todas partes, debido al hecho de que Jehová había descendido sobre él en fuego; y su humo seguía ascendiendo como el humo de un horno de calcinación, y toda la montaña estaba temblando muchísimo.

    19. Cuando el sonido del cuerno continuó haciéndose más y más fuerte, Moisés empezó a hablar, y el Dios [verdadero] empezó a contestarle con una voz.

    20. De modo que Jehová descendió sobre el monte Sinaí a la cima de la montaña. Entonces Jehová llamó a Moisés a la cima de la montaña, y Moisés procedió a subir.

    21. Jehová ahora dijo a Moisés: “Baja, advierte al pueblo, para que no traten de abrirse camino a Jehová para mirar y muchos de ellos tengan que caer.

    22. Y que también los sacerdotes que con regularidad se acercan a Jehová se santifiquen, para que Jehová no irrumpa contra ellos”.

    23. Ante esto, Moisés dijo a Jehová: “El pueblo no puede subir al monte Sinaí, porque tú mismo ya nos advertiste, diciendo: ‘Fíjale límites a la montaña y hazla sagrada’”.

    24. Sin embargo, Jehová le dijo: “Ve, desciende, y tienes que subir, tú y Aarón contigo; pero que los sacerdotes y el pueblo no se abran paso para subir a Jehová, para que no irrumpa él contra ellos”.

    25. Por consiguiente, Moisés descendió al pueblo y se lo dijo.