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domingo, agosto 18, 2024
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    Ezequiel 19 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Lamentación sobre los príncipes de Israel

    1. “Y en cuanto a ti, levanta una endecha acerca de los principales de Israel,

    2. y tienes que decir: ‘¿Qué era tu madre? Una leona entre leones. Se acostó entre leoncillos crinados. Crió sus cachorros.

    3. ”’Y gradualmente amaestró a uno de sus cachorros. Un leoncillo crinado fue lo que este llegó a ser, y empezó a aprender a desgarrar la presa. Devoró hasta al hombre terrestre.

    4. Y las naciones siguieron oyendo acerca de él. En el hoyo de ellas fue atrapado, y ellas procedieron a llevarlo por medio de garfios a la tierra de Egipto.

    5. ”’Cuando ella llegó a ver que había esperado [y] su esperanza había perecido, entonces tomó otro de sus cachorros. Como leoncillo crinado lo puso adelante.

    6. Y él empezó a andar en medio de los leones. Un leoncillo crinado fue lo que él llegó a ser. Y gradualmente aprendió a desgarrar la presa. Devoró aun al hombre terrestre.

    7. Y llegó a conocer las torres de habitación de este, y devastó hasta las ciudades de ellos, de modo que el país quedó desolado y él lo llenó con el sonido de su rugido.

    8. Y naciones de todo alrededor de los distritos jurisdiccionales empezaron a ponerse contra él y llegaron a extender sobre él su red. En el hoyo de ellas fue atrapado.

    9. Finalmente lo pusieron en la jaula mediante garfios y lo llevaron al rey de Babilonia. Lograron llevarlo por medio de redes de cazar, para que su voz no se oyera más en las montañas de Israel.

    10. ”’Tu madre era como una vid en tu sangre, plantada junto a aguas. Fructífera y llena de ramas se hizo debido a agua abundante.

    11. Y estas llegaron a ser para ella fuertes varas, a propósito para los cetros de gobernantes. Y la altura de ella gradualmente se hizo alta arriba entre ramas, y llegó a ser visible a causa de su altura, a causa de la abundancia de su follaje.

    12. Pero finalmente fue desarraigada en furor. A la tierra fue arrojada, y hubo un viento del este que secó su fruto. Su fuerte vara fue arrancada y llegó a estar seca. El fuego mismo la devoró.

    13. Y ahora está plantada en el desierto, en tierra árida y sedienta.

    14. Y fuego procedió a salir de la vara [de ella]. Devoró sus sarmientos mismos, su fruto mismo, y no resultó haber en ella vara fuerte, ningún cetro para gobernar. ”’Esa es una endecha, y llegará a ser endecha’.”