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lunes, agosto 19, 2024
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    Ezequiel 24 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Parábola de la olla hirviente

    1. Y la palabra de Jehová continuó ocurriéndome en el año noveno, en el décimo mes, el [día] diez del mes, y dijo:

    2. “Hijo del hombre, escribe para ti el nombre del día, este mismo día. El rey de Babilonia se ha arrojado contra Jerusalén en este mismísimo día.

    3. Y compón un dicho proverbial acerca de la casa rebelde, y tienes que decir acerca de ellos: ”‘Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: “Pon la olla de boca ancha; pon[la], y también echa agua en ella.

    4. Recoge trozos en ella, todo buen trozo, muslo y hombro; lléna[la] hasta de los huesos más selectos.

    5. Que haya un tomar de las ovejas más selectas, y también apila los leños en un círculo bajo ella. Haz hervir sus trozos; también cuece sus huesos en medio de ella”’”.

    6. “Por lo tanto, esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘¡Ay de la ciudad de hechos de derramamiento de sangre, la olla de boca ancha, cuya herrumbre está en ella, y cuya mismísima herrumbre no ha salido de ella! Trozo por trozo de ella, sácala; no deben echarse suertes sobre ella.

    7. Pues su sangre misma ha llegado a estar en el mismo medio de ella. Sobre la superficie brillante y pelada de un peñasco ella la puso. No la derramó sobre la tierra, para cubrirla con polvo.

    8. Para hacer subir la furia para la ejecución de venganza, yo he puesto su sangre sobre la superficie brillante y pelada de un peñasco, para que no sea encubierta’.

    9. ”Por lo tanto, esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘¡Ay de la ciudad de hechos de derramamiento de sangre! Yo mismo también haré grande el apilamiento.

    10. Haz muchos los leños. Enciende el fuego. Cuece la carne cabalmente. Y vacía el caldo, y deja que los huesos mismos se pongan muy calientes.

    11. Ponla vacía sobre sus brasas para que se caliente; y su cobre tiene que calentarse, y su inmundicia tiene que licuarse en medio de ella. Que se consuma su herrumbre.

    12. ¡Dificultades! Ha cansado a [uno], pero la gran cantidad de su herrumbre no sale de ella. ¡A[l] fuego con su herrumbre!’.

    13. ”‘Hubo conducta relajada en tu inmundicia. Por esa razón tuve que limpiarte, pero no te hiciste limpia de tu inmundicia. No te harás limpia más hasta que yo haga que mi furia llegue a su descanso en tu caso.

    14. Yo mismo, Jehová, he hablado. Tendrá que venir, y yo ciertamente actuaré. No descuidaré, tampoco sentiré lástima ni sentiré pesar. Según tus caminos y según tus tratos ciertamente te juzgarán’, es la expresión del Señor Soberano Jehová.”

    Muerte de la esposa de Ezequiel

    15. Y la palabra de Jehová continuó ocurriéndome, y dijo:

    16. “Hijo del hombre, mira, voy a quitarte la cosa deseable a tus ojos por un golpe, y no debes golpearte el pecho, ni debes llorar ni deben salir tus lágrimas.

    17. Suspira sin palabras. Por los muertos no debes hacer duelo. Cíñete tu prenda para la cabeza, y tus sandalias debes ponerte en los pies. Y no debes cubrir [el] bigote, y el pan de hombres no debes comer”.

    18. Y procedí a hablar al pueblo por la mañana, y mi esposa gradualmente murió al atardecer. Por lo tanto, hice por la mañana tal como se me había mandado.

    19. Y el pueblo siguió diciéndome: “¿No nos dirás qué tienen que ver con nosotros estas cosas, las que haces?”.

    20. Entonces les dije: “La mismísima palabra de Jehová me ha ocurrido, y ha dicho:

    21. ‘Di a la casa de Israel: “Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘Aquí voy a profanar mi santuario, el orgullo de la fuerza de ustedes, la cosa deseable a sus ojos y el objeto de la compasión de su alma, y sus hijos y sus hijas a quienes ustedes han dejado atrás... a espada caerán.

    22. Y ustedes tendrán que hacer tal como yo he hecho. Los bigotes no los cubrirán, y el pan de hombres no comerán.

    23. Y su prenda para la cabeza estará en sus cabezas, y sus sandalias estarán en sus pies. No se golpearán ni llorarán, y tendrán que pudrirse en sus errores, y realmente gemirán uno sobre el otro.

    24. Y Ezequiel ha llegado a ser para ustedes un portento presagioso. Según todo lo que él ha hecho, ustedes harán. Cuando esto venga, ustedes también tendrán que saber que yo soy el Señor Soberano Jehová’”’”.

    25. “Y en cuanto a ti, oh hijo del hombre, ¿no será en el día que yo les quite su plaza fuerte, el hermoso objeto de su alborozo, la cosa deseable a sus ojos y el anhelo de su alma —sus hijos y sus hijas— que

    26. en aquel día vendrá a ti el escapado para hacer oír los oídos?

    27. En aquel día se abrirá tu boca para con el escapado, y hablarás y no serás ya mudo; y ciertamente llegarás a ser para ellos un portento presagioso, y tendrán que saber que yo soy Jehová.”