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sábado, agosto 17, 2024
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    Jeremías 4 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    1. “Si quieres volverte, oh Israel —es la expresión de Jehová—, puedes volverte aun a mí. Y si a causa de mí quitas tus cosas repugnantes, entonces no andarás como fugitivo.

    2. Y [si] ciertamente juras: ‘¡Tan ciertamente como que Jehová vive en verdad, en justicia y en rectitud!’, entonces en él las naciones realmente se bendecirán, y en él se jactarán acerca de sí mismas.”

    3. Porque esto es lo que Jehová ha dicho a los hombres de Judá y a Jerusalén: “Árense tierra cultivable, y no sigan sembrando entre espinas.

    4. Circuncídense a Jehová, y quiten los prepucios de sus corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia justamente como un fuego, y ciertamente arda sin que haya quien la extinga, a causa de la maldad de sus tratos”.

    Judá es amenazada de invasión

    5. Anúncien[lo] en Judá, y publíquen[lo] hasta en Jerusalén, y dígan[lo], y toquen un cuerno por todo el país. Clamen fuertemente y digan: “Reúnanse, y entremos en las ciudades fortificadas.

    6. Levanten una señal enhiesta hacia Sión. Provéanse amparo. No se detengan”. Porque hay una calamidad que voy a traer desde el norte, sí, un gran estallido.

    7. Él ha subido como un león de su matorral, y el que está arruinando a las naciones ha partido; ha salido de su lugar a fin de poner tu tierra como un objeto de pasmo. Tus propias ciudades caerán en ruinas de manera que no habrá habitante.

    8. Por este motivo, cíñanse de saco. Golpéense los pechos y aúllen, porque la cólera ardiente de Jehová no se ha vuelto de contra nosotros.

    9. “Y tiene que suceder en aquel día —es la expresión de Jehová— que perecerá el corazón del rey, también el corazón de los príncipes; y los sacerdotes ciertamente tendrán que pasmarse, y los profetas mismos quedarán asombrados.”

    10. Y procedí a decir: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Verdaderamente has engañado por completo a este pueblo y a Jerusalén, al decir: ‘La paz misma llegará a ser de ustedes’, y la espada ha alcanzado hasta la misma alma”.

    11. En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: “Hay un viento abrasador de las sendas trilladas a través del desierto [en] el camino a la hija de mi pueblo; no es para aventar, ni para limpiar.

    12. El viento mismo en su plenitud viene hasta de estas a mí. Ahora yo mismo también proferiré los juicios para con ellos.

    13. ¡Miren! Como nubes de lluvia subirá él, y sus carros son como un viento de tempestad. Sus caballos son más veloces que águilas. ¡Ay de nosotros, porque se nos ha despojado con violencia!

    14. Lava tu corazón para que quede limpio de pura maldad, oh Jerusalén, para que seas salvada. ¿Hasta cuándo estarán alojados dentro de ti tus pensamientos erróneos?

    15. Porque una voz está anunciando desde Dan y está publicando algo perjudicial desde la región montañosa de Efraín.

    16. Hagan mención [de ello], sí, a las naciones. Publíquen[lo] contra Jerusalén”. “Vigilantes vienen de un país lejano, y lanzarán su voz contra las mismísimas ciudades de Judá.

    17. Como guardas del campo abierto han llegado a estar contra ella por todos lados, porque se ha rebelado hasta contra mí —es la expresión de Jehová—.

    18. Tu camino y tus tratos... habrá un pagártelos a ti. Esta es la calamidad sobre ti, pues es amarga; porque ha alcanzado hasta tu mismo corazón.”

    19. ¡Oh mis intestinos, mis intestinos! Estoy con fuertes dolores en las paredes de mi corazón. Mi corazón está alborotado dentro de mí. No puedo quedarme callado, porque el sonido del cuerno es lo que mi alma ha oído, la señal de alarma de la guerra.

    20. Estallido sobre estallido es lo que se ha clamado, porque todo el país ha sido despojado con violencia. De repente mis tiendas han sido despojadas con violencia, en un momento mis telas de tienda.

    21. ¿Hasta cuándo seguiré viendo la señal enhiesta, seguiré oyendo el sonido del cuerno?

    22. Porque es tonto mi pueblo. No se han fijado en mí. Son hijos imprudentes; y no son quienes tengan entendimiento. Sabios son para hacer lo malo, pero para hacer lo bueno realmente no tienen conocimiento.

    23. Vi la tierra, y, ¡mira!, [estaba] vacía y desierta; y dentro de los cielos, y su luz ya no existía.

    24. Vi las montañas, y, ¡mira!, se mecían, y todas las colinas mismas recibieron un sacudimiento.

    25. Vi, y, ¡mira!, no había un hombre terrestre, y todas las criaturas voladoras de los cielos habían huido.

    26. Vi, y, ¡mira!, el huerto mismo era un desierto, y todas sus mismísimas ciudades habían sido demolidas. Era a causa de Jehová, a causa de su ardiente cólera.

    27. Porque esto es lo que ha dicho Jehová: “Un yermo desolado es lo que toda la tierra llegará a ser, y ¿no llevaré a cabo un verdadero exterminio?

    28. A causa de esto la tierra estará de duelo, y los cielos arriba ciertamente se oscurecerán. Es porque he hablado, he considerado, y no he sentido pesar, ni de ello me volveré.

    29. Debido al sonido de los hombres de a caballo y los tiradores con arco, toda la ciudad está huyendo. Han entrado en los matorrales, y han subido a meterse entre las rocas. Toda ciudad es dejada, y no hay hombre que more en ellas”.

    30. Ahora que tú estás violentamente despojada, ¿qué harás, puesto que solías vestirte de escarlata, puesto que solías engalanarte con adornos de oro, puesto que solías agrandar tus ojos con pintura negra? En vano solías embellecerte. Los que [te] deseaban lujuriosamente te han rechazado; siguen buscando tu misma alma.

    31. Pues he oído una voz como la de una mujer enferma, angustia como la de una mujer que está dando a luz su primer hijo, la voz de la hija de Sión que sigue luchando angustiosamente para respirar. Sigue extendiendo las palmas de las manos: “¡Ay de mí, ahora, porque mi alma está cansada de los que matan!”.