32.4 C
Miami
sábado, agosto 17, 2024
Más


    Job 7 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Job argumenta contra Dios

    1. ”¿No hay un trabajo obligatorio para el hombre mortal sobre la tierra, y no son sus días como los días de un trabajador asalariado?

    2. Como un esclavo él jadea por la sombra, y cual trabajador asalariado espera su salario.

    3. Así se me ha hecho poseer meses lunares inútiles, y noches de desgracia me han dado por cuenta.

    4. Cuando me he acostado, también he dicho: ‘¿Cuándo me levantaré?’. Y [cuando] el atardecer realmente completa su medida, también he estado harto de desasosiegos hasta el crepúsculo de la mañana.

    5. Mi carne ha quedado vestida de cresas y bultos de polvo; mi piel misma ha formado costras, y se disuelve.

    6. Mis días mismos se han hecho más veloces que una lanzadera de tejedor, y terminan en desesperanza.

    7. Acuérdate de que mi vida es viento; que mi ojo no volverá a ver el bien.

    8. El ojo del que me ve no me contemplará; tus ojos estarán sobre mí, pero yo no seré.

    9. La nube ciertamente se acaba y se va; así el que va bajando al Seol no subirá.

    10. No volverá más a su casa, y su lugar no lo reconocerá más.

    11. Yo, igualmente, no detendré mi boca. ¡Ciertamente hablaré en la angustia de mi espíritu; ciertamente me preocuparé con la amargura de mi alma!

    12. ¿Soy yo un mar, o un monstruo marino, para que me pongas guarda?

    13. Cuando dije: ‘Mi diván me consolará, mi cama conllevará mi preocupación’,

    14. tú hasta me has aterrorizado con sueños, y mediante visiones me haces saltar del susto,

    15. de modo que mi alma escoge la sofocación, la muerte más bien que mis huesos.

    16. Yo [la] he rechazado; hasta tiempo indefinido no quisiera vivir. Déjame, porque mis días son una exhalación.

    17. ¿Qué es el hombre mortal para que lo críes, y para que fijes tu corazón en él,

    18. y para que le prestes atención cada mañana, que a cada momento lo pruebes?

    19. ¿Por qué no quieres apartar de mí tu mirada, ni dejarme solo hasta que me trague la saliva?

    20. Si he pecado, ¿qué puedo lograr yo contra ti, el Observador de la humanidad? ¿Por qué me has puesto por blanco tuyo, para que llegue a ser una carga para ti?

    21. Y ¿por qué no perdonas mi transgresión, y pasas por alto mi error? Porque ahora en polvo me acostaré; y ciertamente me buscarás, y yo no seré”.