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sábado, agosto 17, 2024
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    Lucas 20 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    La autoridad de Jesús

    1. En uno de aquellos días, mientras él enseñaba al pueblo en el templo y declaraba las buenas nuevas, se acercaron los sacerdotes principales y los escribas con los ancianos,

    2. y tomaron la palabra, y le dijeron: “Dinos con qué autoridad haces estas cosas, o quién es el que te dio esta autoridad”.

    3. Respondiendo, él les dijo: “Yo también les haré una pregunta, y díganme ustedes:

    4. El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres?”.

    5. Entonces ellos sacaron conclusiones entre sí, diciendo: “Si decimos: ‘Del cielo’, dirá: ‘¿Por qué no le creyeron?’.

    6. Pero si decimos: ‘De los hombres’, todo el pueblo, sin excepción, nos apedreará, porque están persuadidos de que Juan era profeta”.

    7. De modo que respondieron que no sabían de dónde.

    8. Y Jesús les dijo: “Tampoco les digo yo con qué autoridad hago estas cosas”.

    Los labradores malvados

    9. Entonces comenzó a decir al pueblo esta ilustración: “Un hombre plantó una viña y la arrendó a cultivadores, y viajó al extranjero por un tiempo bastante largo.

    10. Pero a su debido tiempo envió un esclavo a los cultivadores, para que le dieran parte del fruto de la viña. Los cultivadores, sin embargo, lo despidieron sin nada, después de golpearlo severamente.

    11. Pero él lo repitió y envió un esclavo diferente. A aquel también lo golpearon severamente y lo deshonraron y lo despidieron sin nada.

    12. Aún volvió a enviarles un tercero; a este también lo hirieron y lo echaron fuera.

    13. Entonces el dueño de la viña dijo: ‘¿Qué haré? Enviaré a mi hijo el amado. Probablemente a este lo respeten’.

    14. Cuando los cultivadores alcanzaron a verlo, se pusieron a razonar unos con otros, diciendo: ‘Este es el heredero; matémoslo, para que la herencia llegue a ser nuestra’.

    15. Con eso, lo echaron fuera de la viña y lo mataron. Entonces, ¿qué les hará el dueño de la viña?

    16. Vendrá y destruirá a estos cultivadores y dará la viña a otros”. Al oír [esto], ellos dijeron: “¡Jamás suceda eso!”.

    17. Pero él los miró, y dijo: “Entonces, ¿qué significa esto que está escrito: ‘La piedra que los edificadores rechazaron, esta ha llegado a ser la principal piedra angular’?

    18. Todo el que caiga sobre esa piedra será hecho añicos. En cuanto a cualquiera sobre quien ella caiga, lo pulverizará”.

    La cuestión del tributo

    19. Los escribas y los sacerdotes principales entonces procuraron echar las manos sobre él en aquella misma hora, pero temieron al pueblo; pues percibieron que él, al hablar esta ilustración, estaba pensando en ellos.

    20. Y, después de observarlo detenidamente, enviaron hombres a quienes habían contratado secretamente para que se fingieran justos, a fin de sorprenderlo en su habla, para así entregarlo al gobierno y a la autoridad del gobernador.

    21. Y le interrogaron, diciendo: “Maestro, sabemos que hablas y enseñas correctamente y no muestras parcialidad, sino que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad:

    22. ¿Nos es lícito pagar impuesto a César, o no?”.

    23. Pero él echó de ver su astucia, y les dijo:

    24. “Muéstrenme un denario. ¿De quién es la imagen e inscripción que tiene?”. Ellos dijeron: “De César”.

    25. Él les dijo: “Sin falta, entonces, paguen a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios”.

    26. Pues bien, no pudieron sorprenderlo en este dicho delante del pueblo, pero, asombrados de su respuesta, no dijeron nada.

    La pregunta sobre la resurrección

    27. Sin embargo, algunos de los saduceos, los que dicen que no hay resurrección, se acercaron y le interrogaron,

    28. diciendo: “Maestro, Moisés nos escribió: ‘Si el hermano de algún hombre muere mientras tiene esposa, pero esta ha quedado sin hijos, su hermano debe tomar la esposa y levantar prole de ella a su hermano’.

    29. Pues bien, hubo siete hermanos; y el primero tomó esposa y murió sin hijos.

    30. Lo mismo el segundo,

    31. y el tercero la tomó. Igualmente los siete; no dejaron hijos, sino que murieron.

    32. Por último, la mujer también murió.

    33. Por consiguiente, en la resurrección, ¿de cuál de ellos llega a ser esposa? Porque los siete la tuvieron por esposa”.

    34. Jesús les dijo: “Los hijos de este sistema de cosas se casan y se dan en matrimonio,

    35. pero los que han sido considerados dignos de ganar aquel sistema de cosas y la resurrección de entre los muertos ni se casan ni se dan en matrimonio.

    36. De hecho, tampoco pueden ya morir, porque son como los ángeles, y son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección.

    37. Pero el que los muertos son levantados, hasta Moisés lo expuso, en el relato acerca de la zarza, cuando llama a Jehová ‘el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob’.

    38. Él no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos viven”.

    39. En respuesta, algunos de los escribas dijeron: “Maestro, hablaste bien”.

    40. Porque ya no tenían ánimo para hacerle ni una sola pregunta.

    ¿De quién es hijo el Cristo?

    41. A su vez, él les dijo: “¿Cómo sucede que dicen que el Cristo es hijo de David?

    42. Porque David mismo dice en el libro de los Salmos: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra

    43. hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”’.

    44. David, pues, lo llama ‘Señor’; entonces, ¿cómo es él su hijo?”.

    Jesús acusa a los escribas

    45. Luego, mientras todo el pueblo escuchaba, dijo a los discípulos:

    46. “Cuídense de los escribas que desean andar por todos lados en ropas largas, y a quienes les gustan los saludos en las plazas de mercado y los asientos delanteros en las sinagogas y lugares muy prominentes en las cenas,

    47. y que devoran las casas de las viudas y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán juicio más pesado”.