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jueves, julio 18, 2024
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    Números 32 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Rubén y Gad se establecen al oriente del Jordán

    1. Ahora bien, los hijos de Rubén y los hijos de Gad habían llegado a tener una gran cantidad de ganado; de hecho, muchísimo. Y empezaron a ver la tierra de Jazer y la tierra de Galaad, y, ¡mire!, el lugar era lugar para ganado.

    2. Por lo tanto, los hijos de Gad y los hijos de Rubén vinieron y dijeron esto a Moisés y Eleazar el sacerdote y a los principales de la asamblea:

    3. “Atarot y Dibón y Jazer y Nimrá y Hesbón y Elealé y Sebam y Nebo y Beón,

    4. la tierra que Jehová derrotó delante de la asamblea de Israel, es tierra para ganado, y tus siervos tienen ganado”.

    5. Y siguieron diciendo: “Si hemos hallado favor a tus ojos, que se dé esta tierra a tus siervos como posesión. No nos hagas cruzar el Jordán”.

    6. Entonces Moisés dijo a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: “¿Han de ir sus hermanos a la guerra mientras ustedes mismos se quedan morando aquí?

    7. ¿Y por qué deben ustedes desalentar a los hijos de Israel para que no crucen a la tierra que Jehová ciertamente les dará?

    8. Así hicieron los padres de ustedes cuando los envié desde Qadés-barnea para ver la tierra.

    9. Cuando subieron hasta el valle torrencial de Escol y vieron la tierra, entonces desalentaron a los hijos de Israel, para que no entraran en la tierra que Jehová de seguro iba a darles.

    10. Por consiguiente, se encendió la cólera de Jehová en aquel día, de modo que juró, y dijo:

    11. ‘Los hombres que subieron de Egipto de veinte años de edad para arriba no verán el suelo acerca del cual he jurado a Abrahán, Isaac y Jacob, porque no me han seguido íntegramente,

    12. con excepción de Caleb hijo de Jefuné el quenizita y Josué hijo de Nun, porque ellos han seguido a Jehová íntegramente’.

    13. Así es que se encendió la cólera de Jehová contra Israel y él hizo que anduvieran errantes por el desierto cuarenta años, hasta que se acabó toda la generación que estaba haciendo mal a los ojos de Jehová.

    14. Y resulta que ustedes se han levantado en el lugar de sus padres como la ralea de hombres pecaminosos para añadir más a la cólera ardiente de Jehová contra Israel.

    15. En caso de que ustedes se volvieran de seguirlo, entonces él ciertamente volvería a dejar que ellos se quedaran más tiempo en el desierto, y ustedes habrían obrado ruinosamente para con todo este pueblo”.

    16. Más tarde se acercaron a él y dijeron: “Déjanos edificar aquí apriscos de piedra para nuestro ganado y ciudades para nuestros pequeñuelos.

    17. Pero nosotros mismos iremos equipados en forma de batalla delante de los hijos de Israel hasta cuando sea que los hayamos introducido en su lugar, mientras que nuestros pequeñuelos tendrán que morar en las ciudades con fortificaciones, alejados del rostro de los habitantes del país.

    18. No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel se hayan provisto de propiedad en tierras, cada uno de su propia herencia.

    19. Porque nosotros no conseguiremos herencia con ellos desde el lado del Jordán y más allá, porque nuestra herencia nos ha venido del lado del Jordán hacia el naciente”.

    20. Ante esto, Moisés les dijo: “Si hacen esta cosa, si se equipan delante de Jehová para la guerra,

    21. y todo hombre equipado de ustedes realmente pasa el Jordán delante de Jehová, hasta que él expulse a sus enemigos de delante de sí,

    22. y la tierra realmente queda sojuzgada delante de Jehová, y después vuelven ustedes, entonces realmente resultarán libres de culpa contra Jehová y contra Israel; y esta tierra tendrá que llegar a ser de ustedes como posesión delante de Jehová.

    23. Pero si no lo hacen de esta manera, entonces ciertamente pecarán contra Jehová. En tal caso, sepan que su pecado los alcanzará.

    24. Edifíquense ciudades para sus pequeñuelos y apriscos de piedra para sus rebaños, y deben hacer lo que ha procedido de su boca”.

    25. Entonces los hijos de Gad y los hijos de Rubén dijeron esto a Moisés: “Tus siervos harán tal como está mandando mi señor.

    26. Nuestros pequeñuelos, nuestras esposas, nuestro ganado y todos nuestros animales domésticos se quedarán allí en las ciudades de Galaad,

    27. pero tus siervos pasarán a través, todos equipados para el ejército, delante de Jehová para la guerra, tal como está hablando mi señor”.

    28. Por consiguiente, Moisés dio mandato respecto a ellos a Eleazar el sacerdote y a Josué hijo de Nun y a los cabezas de los padres de las tribus de los hijos de Israel.

    29. De modo que les dijo Moisés: “Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén pasan con ustedes el Jordán, todos equipados para la guerra, delante de Jehová, y la tierra realmente queda sojuzgada delante de ustedes, entonces tienen que darles la tierra de Galaad como posesión.

    30. Pero si no pasan equipados al otro lado con ustedes, entonces tienen que ser establecidos en medio de ustedes en la tierra de Canaán”.

    31. A lo cual contestaron los hijos de Gad y los hijos de Rubén, diciendo: “Lo que Jehová ha hablado a tus siervos, eso es lo que haremos.

    32. Nosotros mismos ciertamente pasaremos equipados delante de Jehová a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra herencia estará con nosotros de este lado del Jordán”.

    33. Ante esto, Moisés les dio, es decir, a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén y a la mitad de la tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sehón el rey de los amorreos y el reino de Og el rey de Basán, la tierra que pertenecía a las ciudades de este en los territorios, y las ciudades de la tierra en derredor.

    34. Y los hijos de Gad se pusieron a edificar a Dibón y Atarot y Aroer,

    35. y Atrot-sofán y Jazer y Jogbehá,

    36. y Bet-nimrá y Bet-harán, ciudades con fortificaciones, y apriscos de piedra.

    37. Y los hijos de Rubén edificaron a Hesbón y Elealé y Quiryataim,

    38. y Nebo y Baal-meón —cambiados sus nombres— y Sibmá; y empezaron a llamar por sus propios nombres los nombres de las ciudades que edificaron.

    39. Y los hijos de Makir hijo de Manasés procedieron a marchar a Galaad y a tomarla y a expulsar a los amorreos que estaban en ella.

    40. De modo que Moisés dio Galaad a Makir hijo de Manasés, y este se puso a morar en ella.

    41. Y Jaír hijo de Manasés marchó y fue tomando las aldeas de tiendas de ellos, y empezó a llamarlas Havot-jaír.

    42. Y Nóbah marchó y fue tomando a Quenat y sus pueblos dependientes; y se puso a llamarla Nóbah, por el propio nombre de él.