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miércoles, julio 17, 2024
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    Santiago 3 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    La lengua

    1. No muchos de ustedes deberían hacerse maestros, hermanos míos, sabiendo que recibiremos juicio más severo.

    2. Porque todos tropezamos muchas veces. Si alguno no tropieza en palabra, este es varón perfecto, capaz de refrenar también [su] cuerpo entero.

    3. Si a los caballos les ponemos frenos en la boca para que nos obedezcan, manejamos también su cuerpo entero.

    4. ¡Miren! Hasta los barcos, aunque son tan grandes y son impelidos por vientos recios, son dirigidos por un timón muy pequeño a donde la inclinación del timonel lo desea.

    5. Así, también, la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo hace grandes alardes. ¡Miren! ¡Con cuán pequeño fuego se incendia tan grande bosque!

    6. Pues bien, la lengua es un fuego. La lengua constituye un mundo de injusticia entre nuestros miembros, porque mancha todo el cuerpo y enciende en llamas la rueda de la vida natural y es encendida en llamas por el Gehena.

    7. Porque toda especie de bestias salvajes así como de aves y de cosas que se arrastran y de criaturas marinas ha de ser domada y ha sido domada por el género humano.

    8. Pero la lengua, nadie de la humanidad puede domarla. Cosa ingobernable y perjudicial, está llena de veneno mortífero.

    9. Con ella bendecimos a Jehová, sí, [al] Padre, y, no obstante, con ella maldecimos a hombres que han llegado a la existencia “a la semejanza de Dios”.

    10. De la misma boca salen bendición y maldición. No es correcto, hermanos míos, que estas cosas sigan ocurriendo de esta manera.

    11. La fuente no hace que lo dulce y lo amargo salgan burbujeando por la misma abertura, ¿verdad?

    12. Hermanos míos, la higuera no puede producir aceitunas, ni la vid higos, ¿verdad? Tampoco puede el agua salada producir agua dulce.

    La sabiduría de lo alto

    13. ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que muestre por su conducta excelente sus obras con una apacibilidad que pertenece a la sabiduría.

    14. Pero si ustedes tienen en el corazón amargos celos y espíritu de contradicción, no anden haciendo alardes y mintiendo contra la verdad.

    15. Esta no es la sabiduría que desciende de arriba, sino que es [la] terrenal, animal, demoníaca.

    16. Porque donde hay celos y espíritu de contradicción, allí hay desorden y toda cosa vil.

    17. Pero la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita.

    18. Además, en cuanto al fruto de la justicia, su semilla se siembra en condiciones pacíficas para los que están haciendo la paz.