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miércoles, julio 17, 2024
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    2 Pedro 3 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    El día del Señor vendrá

    1. Esta ya es la segunda carta que os escribo, amados, en las cuales despierto con amonestación vuestra sincera inteligencia

    2. a recordar las palabras ante dichas por los santos profetas, y el mandamiento de vuestros apóstoles, es el del Señor y Salvador.

    3. Sabiendo primero esto que en los postrimeros días vendrán con burlas burladores, andando según las propias concupiscencias,

    4. y diciendo: ¿dónde está la promesa de la presencia de él; porque desde que los padres se durmieron, todo así permanece desde el principio de la creación?

    5. Se les escapa pues a los que quieren esto, que los cielos eran de antigüedad, y la tierra de agua y por agua subsistente mediante la palabra de Dios,

    6. por lo cual el mundo de entonces, anegado en agua, pereció;

    7. mas los cielos de ahora y la tierra se han conservado por la misma palabra, reservados al fuego para el día de juicio y de perdición de los hombres impíos.

    8. Mas, no se oculte esto solo, carísimos, que un día para el Señor es como mil años y mil años como un día.

    9. No aplaza el Señor la promesa, como algunos piensan que es tardanza, sino que usa de longanimidad a causa de vosotros, no queriendo que algunos perezcan, sino que todos vengan a conversión.

    10. Mas vendrá como ladrón el día del Señor, en el cual los ciclos pasarán con grande estruendo, los elementos ardiendo serán fundidos y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

    11. Si pues todas estas cosas se disuelven ¿cuáles debéis estar en santas costumbres y piedad,

    12. esperando y apresurando la presencia del día de Dios, por el cual los cielos, siendo encendidos, serán disueltos, y los elementos consumados se fundirán?

    13. Mas nuevos cielos y tierra nueva según las promesas de él aguardamos, en los cuales mora la justicia (Isa. 65:17; 66:22).

    14. Por eso, amados, aguardando estas cosas, procurad ser hallados por él inmaculados e irreprensibles en paz,

    15. v la longanimidad de nuestro Señor consideradla por salvación, como también nuestro amado hermano Pablo os escribió, según la sabiduría que le fué dada

    16. como también en todas las cartas, hablando de estas cosas en ellas, entre las cuales hay algunas difíciles de entender, que los indoctos e inconstantes tuercen, como también las demás Escrituras, para la propia perdición de ellos.

    17. Así que vosotros, amados, conociendo de antemano esto, guardaos para que no seáis arrastrados en el engaño de los abominables, y caigáis de la propia firmeza.

    18. Mas creced en gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesu-Cristo. A él la gloria, ahora y hasta el día de la eternidad.