Efesios 2 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

Salvos por gracia

1. Y a vosotros, siendo muertos por las faltas y los pecados de vosotros

2. en los cuales en otro tiempo anduvisteis según la era de este mundo, según el príncipe de la potestad del aire, del espíritu que está ahora obrando en los hijos de la desobediencia

3. entre los cuales también nosotros todos vivimos en otro tiempo, haciendo los caprichos de la carne y de las opiniones, y éramos por naturaleza hijos de ira como también los demás,

4. pero Dios, siendo rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó

5. y siendo nosotros muertos por las faltas nos vivificó con el Cristo (por gracia habéis sido salvados),

6. y nos resucitó y nos sentó con él en los lugares celestiales en Cristo Jesús,

7. para que mostrase en los siglos venideros la infinita riqueza de su gracia en bondad, sobre nosotros en Cristo Jesús.

8. En efecto por la gracia habéis sido salvados por la fe, y esto no de vosotros, es el don de Dios,

9. no de obras para que nadie se alabe,

10. porque de él somos hechura, criados en Cristo Jesús para obras buenas para las cuales Dios nos preparó para que anduviésemos en ellas (Col. 1.10).

Reconciliación por medio de la cruz

11. Por tanto acordaos que en otro tiempo vosotros, los gentiles en la carne, los dichos incircuncisión por la dicha circuncisión hecha de manos en carne,

12. estabais en aquel tiempo fuera de Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel, extranjeros de las alianzas de la promesa, sin tener esperanzas y sin Dios en el mundo.

13. Mas ahora en Cristo Jesús vosotros que en otro tiempo estabais lejos fuisteis puestos cerca en la sangre del Cristo.

14. El, en efecto, es la paz de nosotros (Isa. 57-19, Zac. 9-10), él que de ambos hizo uno y derribó la medianera del cerco,

15. la enemistad, abrogando en su carne la ley de los mandamientos en decretos para que crease en sí mismo a los dos en un nuevo hombre, haciendo paz

16. y los reconciliase a ambos en un cuerpo con Dios por la cruz (Col. 1.20), matando la enemistad en ella.

17. Y al venir os anunció paz a vosotros los de lejos y a los de cerca (Is. 57:19, Act. 10:36).

18. Porque por él tenemos los dos en un espíritu el acceso al Padre.

19. Así pues ya no sois extranjeros y forasteros, sino conciudadanos de los santos y domésticos de Dios,

20. edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo piedra angular él, Cristo Jesús,

21. en quien todo edificio bien construido crece en templo santo en el Señor,

22. en que vosotros también estáis construidos en mansión de Dios en espíritu.