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domingo, agosto 18, 2024
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    Hechos 13 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    Bernabé y Saulo comienzan su primer viaje misionero

    1. Había en Antioquía en la iglesia que allí estaba, profetas y doctores, Bernabé y Simeón llamado Niger, y Lucio el cireneo, y Manahén, hermano de leche de Herodes el tetrarca y Saulo.

    2. Sirviendo ellos al Señor, y ayunando dijo el santo Espíritu: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la cual los he llamado.

    3. Entonces ayunando y orando e imponiéndoles las manos, los despidieron.

    Los apóstoles predican en Chipre

    4. Estos pues, delegados por el santo Espíritu, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre,

    5. y llegados a Salamina anunciaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan por ayudante.

    6. Y cruzando toda la isla hasta Pafos, encontraron a un mago, falso profeta judío, llamado Bar-Jesús,

    7. que estaba con el procónsul Sergio Pablo, varón inteligente. Este habiendo llamado a Bernabé y a Saulo solicitó oír la palabra de Dios;

    8. pero les resistía Elimas, el mago, (así pues se traduce su nombre), procurando desviar de la fe al procónsul.

    9. Saulo que también es Pablo, llenado de espíritu santo, y fijando en él la mirada

    10. dijo: Oh hombre, lleno de todo engaño y de toda astucia, hijo de diablo, enemigo de toda justicia, no cesarás de torcer los caminos del Señor los que son rectos.

    11. Ahora he aquí la mano del Señor sobre ti, y serás ciego, sin ver el sol hasta un tiempo. Y al instante cayó sobre él obscuridad y tiniebla, y andando alrededor buscaba quienes le llevasen de la mano.

    12. Entonces el procónsul, viendo lo sucedido, creyó, bien impresionado por la doctrina del Señor.

    Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia

    13. Y haciéndose a la vela desde Pafos, los que acompañaban a Pablo vinieron a Perge de Panfilia, pero Juan, separándose de ellos, volvióse a Jerusalem.

    14. Y ellos, atravesando desde Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia, y entrando en la sinagoga el día del sábado sentáronse.

    15. Y después de la lectura de la Ley y de los Profetas, los principales de la sinagoga enviaron a ellos, diciendo: Varones hermanos, si tenéis una palabra de exhortación al pueblo, hablad.

    16. Levantándose Pablo, y haciendo señal con la mano dijo: Varones Israelitas y los que teméis a Dios, oíd:

    17. El dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y levantó al pueblo en residencia en la tierra de Egipto, y con brazo levantado, los sacó de ella,

    18. y durante casi cuarenta años los alimentó en el desierto.

    19. Y destruyendo siete naciones en tierra de Canaán, les repartió en herencia la tierra de ellas.

    20. Y después de esto, como por cuatrocientos cincuenta años, les dio jueces hasta Samuel el profeta.

    21. Y entonces pidieron un rey, y les dio Dios a Saúl hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años.

    22. Y deponiéndole, levantóles por rey a David, al cual también dijo, dando testimonio: Hallé a David, hijo de Jesé, varón según mi corazón, el cual hará todas mis voluntades (1 Sam. 13:14).

    23. Del linaje de éste según la promesa trajo Dios a Israel un salvador Jesús,

    24. después que predicó Juan ante el advenimiento de él, bautismo de conversión. a todo el pueblo de Israel.

    25. Mas como Juan acababa la carrera, decía: Quien suponéis ser yo, no lo soy yo; mas he aquí viene en pos de mí uno de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies.

    26. Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham y los que entre vosotros temen a Dios, a vosotros fué enviada la palabra de esta salvación.

    27. Porque los que habitan en Jerusalem y los príncipes de ellos, desconociendo a éste, al juzgarle, cumplieron también las voces de los profetas que se leen cada sábado.

    28. Y sin hallar causa alguna de muerte, pidieron a Pilato que fuese ejecutado.

    29. Cuando pues acabaron todo lo que está escrito de él, bajándole del madero, le pusieron en un sepulcro,

    30. mas Dios le despertó de entre los muertos,

    31. el que fué visto, por muchos días, de los que subieron con él de Galilea a Jerusalem, los cuales son ahora testigos de él para el pueblo;

    32. y nosotros os anunciamos la pro mesa hecha a los padres,

    33. porque ésta la ha cumplido Dios a los hijos de ellos, a nosotros, levantando a Jesús, como también en el salmo segundo está escrito: Mi hijo eres tú. Yo hoy te he engendrado.

    34. Y que le levantó de entre los muertos para no volver más a corrupción, así lo ha dicho: Os daré las cosas santas prometidas a David que son firmes. (Is. 55:3)

    35. Por lo cual también en otro salmo dice (Sal. 16:10): No dejarás a tu santo ver corrupción.

    36. David, a la verdad, en su edad habiendo servido al consejo de Dios durmió, y fué agregado a sus padres, y vio corrupción,

    37. mas aquél a quien Dios despertó no vio corrupción.

    38. Seaos, pues, notorio, varones hermanos, que por medio de éste os es anunciada la remisión de los pecados,

    39. y de todas cosas de las cuales no pudisteis en la ley de Moisés ser justificados, en éste es justificado todo el que cree.

    40. Mirad pues que no venga lo dicho en los profetas (Habacuc. 1:5):

    41. Ved, oh menospreciadores, maravillaos y desapareced, porque yo obro en vuestros días obra que no la creeréis, si alguien os la contare.

    42. Al salir ellos de la sinagoga, rogábanles que para el sábado siguiente les hablasen de estas cosas.

    43. Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, los cuales hablándoles, les persuadían a permanecer en la gracia de Dios.

    44. El sábado siguiente, casi toda la ciudad juntóse a oír la palabra de Dios.

    45. Pero viendo las muchedumbres, los judíos fueron llenados de celos, y contradecían a las cosas dichas por Pablo, blasfemando.

    46. Hablando con franqueza, Pablo y Bernabé dijeron: A vosotros primeramente era menester que fuese hablada la palabra de Dios, mas puesto que la rechazáis y no os juzgáis vosotros mismos dignos de la eterna vida, he aquí nos volvemos a los gentiles.

    47. Así pues nos ha mandado el Señor: Te he puesto por la luz de los gentiles para que seas para salvación hasta lo último de la tierra.

    48. Oyendo esto los gentiles se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor. Y creyeron cuantos estaban arreglados para vida eterna.

    49. Y se difundía la palabra del Señor por toda la región,

    50. mas los judíos instigaron a las mujeres devotas las distinguidas y a los principales de la ciudad y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé, y los echaron de su territorio.

    51. MaS ellos, sacudiendo sobre ellos el polvo de sus pies, vinieron a Iconio.

    52. Y los discípulos se llenaban de gozo y espíritu santo.