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sábado, agosto 17, 2024
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    Hechos 7 - Pablo Besso (Nuevo Testamento)

    Defensa y muerte de Esteban

    1. Y dijo el sumo sacerdote: ¿Es esto así?

    2. Y él dijo: Varones hermanos y padres, oíd: El Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham estando en la Mesopotamia, antes que habitase en Carrán,

    3. y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que te mostraré (Gen. 12:1).

    4. Entonces saliendo de la tierra de los caldeos, habitó en Carrán, y de allí, después que murió su padre, Dios le trasladó a esta tierra en la cual vosotros ahora habitáis.

    5. Y no le dio herencia en ella, ni un pie de tierra, y prometió darla en posesión a él y a su posteridad, después de él, no teniendo él hijo.

    6. Y le habló así Dios: Será tu posteridad habitante en tierra extraña, y la pondrán en esclavitud y la maltratarán por cuatrocientos años;

    7. y a la nación a quien sirvieren, la juzgaré yo, dijo Dios. Y después de esto saldrán y me darán culto en este lugar." (Gen. 15:14).

    8. Y le dio alianza de circuncisión. Y así engendró a Isaac, y le circuncidó al octavo día, e Isaac a Jacob y Jacob a los doce patriarcas.

    9. Y los patriarcas, envidiando a José, le vendieron para Egipto. Y estaba Dios con él,

    10. y le sacó de todas sus tribulaciones, y dióle gracia y sabiduría delante de Faraón rey de Egipto, el cual le puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.

    11. Mas vino hambre sobre todo el Egipto y Canaán, y tribulación grande. Y no hallaban alimentos nuestros padres.

    12. Oyendo que había trigo en Egipto, Jacob envió a nuestros padres por primera vez;

    13. y en la segunda se dio a conocer José a sus hermanos, y vino a ser manifiesto a Faraón el linaje de él.

    14. Y José mandó llamar a Jacob su padre y a toda su parentela: setenta y cinco almas.

    15. Y descendió Jacob a Egipto, y falleció él y nuestros padres,

    16. y fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que compró Abraham a precio de dinero de los hijos de Emor que estaba en Siquem.

    17. Mas como se acercaba el tiempo de la promesa que Dios juró a Abraham, creció el pueblo, y multiplicóse en Egipto

    18. hasta que se levantó otro rey que no conocía a José.

    19. Este, usando de astucia con nuestro linaje, maltrató a nuestros padres, de manera a hacer expósitos a sus recién nacidos para que no fuesen criados.

    20. En aquella época nació Moisés, y era lindo para Dios, y fué criado tres meses en la casa del padre;

    21. mas, habiendo sido expósito, le recogió la hija de Faraón, y se le crió por hijo.

    22. Y fué instruido Moisés en toda sabiduría de egipcios; y era poderoso en sus palabras y hechos.

    23. Y como se le cumplía la edad de cuarenta años, vínole al corazón visitar a sus hermanos, los hijos de Israel;

    24. y viendo a uno injustamente tratado tomó su defensa y vengó al maltratado, hiriendo al egipcio.

    25. Pensaba pues que sus hermanos entenderían que Dios por su mano les daba salvación, pero ellos no entendieron.

    26. Y al día siguiente, se presentó a ellos que peleaban, y los conciliaba en paz diciendo: ¡Varones! hermanos sois, ¿por qué os hacéis daño el uno al otro?

    27. Mas el que perjudicaba al prójimo le rechazó diciendo: ¿Quién te estableció jefe y juez sobre nosotros?

    28. ¿Quieres tú matarme del modo que mataste ayer al egipcio?

    29. A esta palabra huyó Moisés y fué a habitar en tierra de Madián donde engendró dos hijos.

    30. Y cumplidos cuarenta años, le apareció en el desierto del monte Siná un ángel del Señor, en llama de fuego de zarza.

    31. Y al verlo Moisés maravillóse de la visión. Acercándose para mirar, vino a él una voz del Señor:

    32. Yo soy el dios de tus padres, el dios de Abraham, el dios de Isaac y el dios de Jacob: pero temblando Moisés no osaba mirar.

    33. Y díjole el Señor: Desata el calzado de tus pies, porque el lugar en que estás tierra santa es:

    34. Vi, vi la opresión de mi pueblo que está en Egipto, y oí el gemido de ellos, y descendí para librarlos. Y ahora ven, te enviaré a Egipto (Ex. 3:5-10).

    35. A este Moisés a quien negaron, diciendo: ¿Quién te puso jefe y juez? a éste envió Dios por jefe y libertador por medio de un ángel que le apareció en la zarza.

    36. Este los sacó, haciendo prodigios y señales en tierra de Egipto, en el mar Bermejo y en el desierto por cuarenta años.

    37. Es este Moisés que dijo a los hijos de Israel (Deut. 18:15):"A un profeta como a mí os levantará el Señor, vuestro Dios, de entre vuestros hermanos, a él oiréis".

    38. Este es el que estuvo en la congregación, en el desierto, con el ángel que le hablaba en el monte de Siná, y con nuestros padres, el que recibió palabras vivas para dárnoslas (Deut. 5:27-31),

    39. a quien no quisieron ser obedientes nuestros padres, antes le rechazaron y tornáronse en sus corazones a Egipto,

    40. diciendo a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a este Moisés que nos hizo salir de la tierra de Egipto no sabemos qué le aconteció (Ex. 32:1).

    41. E hicieron un becerro en aquellos días, y ofrecieron sacrificios al ídolo, y se regocijaban en las obras de sus manos.

    42. Mas Dios apartóse, y los entregó al culto del ejército del cielo, como está escrito en el libro de los profetas (Amos 5:25-27, Jer. 19:13): ¿Ofrecísteisme víctimas y sacrificios por cuarenta años, en el desierto, casa de Israel?

    43. Y llevasteis la tienda de Moloch y la estrella de vuestro dios Remfán, las figuras que hicisteis para adorarlas. Y os deportaré más allá de Babilonia.

    44. La tienda del testimonio estaba entre nuestros padres en el desierto, según lo que mandó el que hablaba a Moisés, que la hiciese conforme al modelo que había visto.

    45. Y recibiéndola, la importaron nuestros padres con Josué en la conquista de las naciones que Dios echó del frente de nuestros padres, hasta los días de David,

    46. el cual halló gracia delante de Dios, y pidió procurar tienda al dios de Jacob.

    47. Pero Salomón le edificó casa.

    48. Mas el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta (Is. 66:1, Sal. 132:5).

    49. El cielo es mi trono, mas la tierra es escabel de mis pies. ¿Cuál casa me edificaréis, dice el Señor? Y ¿cuál es el lugar de mi reposo?

    50. ¿No es mi mano que hizo todas estas cosas?

    51. Duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de orejas, vosotros os oponéis siempre al santo Espíritu, como vuestros padres, así también vosotros.

    52. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que antes anunciaron la venida del justo, del cual ahora vosotros habéis sido entregadores y homicidas,

    53. vosotros que recibisteis la ley, en comisión de ángeles (Cal. 3:19). Y no la guardasteis.. .

    54. Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y rechinaban los dientes contra él.

    55. Estando pues lleno de espíritu santo, poniendo los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la diestra de Dios,

    56. y dijo: He aquí contemplo los cielos abiertos y al hijo del hombre que está a la diestra de Dios.

    57. Y dando grandes voces, se taparon los oídos, y se precipitaron unánimemente sobre él;

    58. y echándolo fuera de la ciudad, le apedreaban. Y los testigos pusieron sus vestidos a los pies de un joven llamado Saulo;

    59. y apedreaban a Esteban, invocando él, y diciendo: Señor Jesús, recibe mi espíritu.

    60. Y puesto de rodillas clamó a gran voz: ¡Señor! no les imputes este pecado. Y diciendo esto adormecióse.