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jueves, julio 18, 2024
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    1 Samuel 11 - Palabra de Dios para Todos

    Saúl derrota a los amonitas

    1. Alrededor de un mes después, Najás y su ejército rodearon a Jabés de Galaad y todos sus habitantes le dijeron a Najás: —Si haces un pacto con nosotros, te serviremos.

    2. Pero Najás respondió: —Haré un pacto con ustedes sólo si me dejan sacarle el ojo derecho a cada uno. ¡Así le causaré desgracia a todo Israel!

    3. Los líderes de Jabés le dijeron a Najás: —Danos siete días para enviar mensajeros por todo Israel. Si nadie viene a ayudarnos, nosotros mismos iremos a ti y nos rendiremos.

    4. Cuando los mensajeros llegaron a Guibeá, donde vivía Saúl, y le dieron la noticia al pueblo, todos empezaron a llorar.

    5. Al regresar de arrear los toros en el campo, Saúl oyó llorar al pueblo y preguntó: «¿Qué le pasa al pueblo? ¿Por qué lloran?» Entonces el pueblo le dijo a Saúl lo que habían dicho los mensajeros de Jabés.

    6. Al escucharlos, el Espíritu de Dios se apoderó de él con gran poder. Con furia

    7. tomó dos toros y los descuartizó. Luego les dio los pedazos a los mensajeros y les ordenó que los llevaran por toda la tierra de Israel y que le diera el siguiente mensaje al pueblo: «¡A todo el que no salga para unirse a Saúl y a Samuel, le pasará lo mismo que a estos toros!» El temor del Señor se apoderó del pueblo y todos se unieron.

    8. Saúl reunió trescientos mil soldados de Israel y treinta mil de Judá.

    9. Saúl y su ejército les dijeron a los mensajeros de Jabés: «Díganle a la gente de Jabés de Galaad que para mañana a mediodía estarán libres». Los mensajeros llevaron el mensaje de Saúl al pueblo de Jabés y todos se alegraron mucho.

    10. Entonces los habitantes de Jabés le dijeron a Najás: «Mañana nos rendiremos y podrá hacer lo que quiera con nosotros».

    11. Al día siguiente, antes del amanecer, Saúl dividió a sus hombres en tres grupos e invadieron el campamento de los amonitas mientras cambiaban de guardia. Antes del mediodía, habían derrotado a los amonitas. Los soldados amonitas corrían por todos lados, quedando completamente dispersos.

    12. Luego el pueblo le dijo a Samuel: —¿Dónde están los que no querían que Saúl nos gobernara? ¡Tráiganlos para matarlos!

    13. Pero Saúl dijo: —¡No! No maten a nadie hoy que el Señor ha liberado Israel.

    14. Entonces Samuel le dijo al pueblo: —Vengan. Vayamos a Guilgal para confirmar a Saúl como rey.

    15. Todos fueron a Guilgal y, frente al Señor, el pueblo confirmó a Saúl como rey, presentaron ante el Señor ofrendas para festejar, y Saúl y todos los israelitas tuvieron una celebración en grande.