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miércoles, julio 17, 2024
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    Apocalipsis 5 - Palabra de Dios para Todos

    El rollo y el Cordero

    1. En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un rollo que estaba escrito por ambas caras, y que estaba cerrado con siete sellos.

    2. Y vi un ángel poderoso que decía con voz fuerte: "¿Quién es digno de romper los sellos y abrir el rollo?"

    3. Pero no había nadie ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de ella que pudiera abrirlo y leerlo.

    4. Yo lloraba mucho, pues no se había encontrado a nadie que mereciera abrir el rollo y leer lo que decía.

    5. Entonces uno de los ancianos me dijo: "Deja de llorar. Oye, el León de la familia de Judá, el descendiente de David ha ganado la victoria. Él puede romper los siete sellos y abrir el rollo".

    6. Luego vi a un Cordero frente al trono, con las cuatro criaturas y los ancianos a su alrededor. Parecía un Cordero sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos que son los siete espíritus de Dios enviados a toda la tierra.

    7. Entonces el Cordero vino y tomó el rollo de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.

    8. En ese momento, las cuatro criaturas y los veinticuatro ancianos se arrodillaron ante el Cordero. Cada uno tenía un arpa y vasijas doradas llenas de incienso que son las oraciones del pueblo santo de Dios.

    9. Todos ellos cantaban una canción nueva al Cordero: "Tú mereces tomar el rollo y romper sus sellos porque fuiste sacrificado. Con tu sangre compraste un pueblo para Dios de todas las razas, lenguas, pueblos y naciones.

    10. Hiciste que ese pueblo fuera un reino y que fueran sacerdotes para nuestro Dios. Ellos reinarán sobre la tierra".

    11. Luego oí las voces de millones y millones de ángeles que estaban alrededor del trono, de las criaturas y de los ancianos.

    12. Ellos decían con voz fuerte: "El Cordero que fue sacrificado es digno de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza".

    13. Escuché entonces a todos los seres en el cielo, en la tierra, debajo de ella y en el mar, que decían: "¡Toda la alabanza, el honor, la gloria y el poder sean para el que está sentado en el trono y para el Cordero por siempre!"

    14. Las cuatro criaturas respondían: "¡Así sea!", y los ancianos se arrodillaban y adoraban.