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domingo, agosto 18, 2024
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    Jeremías 29 - Palabra de Dios para Todos

    Carta de Jeremías a los cautivos

    1. Esta es la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de los ancianos que quedaban de los que habían sido desterrados, a los sacerdotes, a los profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor había desterrado de Jerusalén a Babilonia.

    2. Esto sucedió después de que el rey Jeconías había salido de Jerusalén con la reina madre, los funcionarios reales, los príncipes de Judá y Jerusalén, los artesanos, los guardias del palacio.

    3. Jeremías envió la carta con Elasá, hijo de Safán y con Guemarías; hijo de Jilquías, a quienes Sedequías, rey de Judá, había enviado a Babilonia al rey Nabucodonosor. La carta decía:

    4. Así dice el Señor Todopoderoso, Dios de Israel, a todos los del exilio que he deportado de Jerusalén a Babilonia:

    5. «Construyan casas y vivan en ellas. Planten huertos y coman lo que se produce en ellos.

    6. Cásense y tengan hijos e hijas y cásenlos a ellos para que también ellos tengan sus hijos e hijas. Multiplíquense allí y no disminuyan.

    7. Busquen el bienestar de la ciudad a la que los he enviado y oren por ella al Señor, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de ella».

    8. Esto dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: «No permitan que los engañen los profetas que están entre ustedes y los adivinos. No presten atención a los sueños que ellos tienen.

    9. Lo que ellos les profetizan en mi nombre es pura mentira. Yo no los he enviado», dice el Señor.

    10. Esto dice el Señor: «Cuando se completen los setenta años de Babilonia, yo los visitaré y cumpliré la promesa que hice a favor de ustedes de hacerlos regresar a este lugar.

    11. Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el Señor, son planes para su bienestar, no para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza.

    12. Entonces ustedes me llamarán, vendrán y orarán, y yo los escucharé.

    13. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón.

    14. Dejaré que ustedes me encuentren, dice el Señor. Les devolveré lo que les quitaron y los traeré de regreso de todos los lugares a los que los arrojé, dice el Señor. Los traeré de regreso al lugar de donde los desterré».

    15. Ustedes han dicho: «El Señor nos ha dado profetas en Babilonia»,

    16. pero esto es lo que el Señor dice acerca del rey que está sentado en el trono de David y de todo el pueblo que todavía vive en esta ciudad, o sea acerca de sus hermanos que no fueron con ustedes al destierro:

    17. Esto dice el Señor Todopoderoso: «Voy a enviarles guerra, hambre y enfermedad. Los volveré como esos higos podridos que de tan malos no se pueden comer.

    18. Los perseguiré con guerra, hambre y enfermedad. Haré que todas las naciones del mundo se horroricen al verlos a ustedes. Los convertiré en maldición, horror, algo despreciable y reprochable en todas las naciones a donde los arroje.

    19. Esto sucederá porque ustedes no han hecho caso a mis palabras, que repetidamente les envié por medio de mis siervos los profetas, dice el Señor.

    20. Así que ustedes, los exiliados* que hice deportar de Jerusalén a Babilonia, obedezcan lo que dice el mensaje del Señor».

    21. Esto es lo que dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel, acerca de Acab hijo de Colaías, y de Sedequías hijo de Maseías, quienes en mi nombre les profetizan mentiras a ustedes: «Voy a entregarlos a Nabucodonosor, rey de Babilonia. Él los matará frente a ustedes.

    22. Serán usados como ejemplo de maldición para todos los desterrados de Judá que están en Babilonia, quienes dirán: “Que el Señor te haga lo mismo que a Sedequías y a Acab, a quienes el rey de Babilonia asó en el fuego”.

    23. Eso les va a suceder por haber actuado en forma insensata en I s r a e l : cometieron adulterio* con la mujer de otro; y en mi nombre dijeron mentiras, algo que yo jamás les ordené. Yo sé todo eso y soy testigo de ello, dice el Señor».

    24. Y le dirás a Semaías el nejelamita:

    25. «Esto dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: “Tú has enviado cartas en tu nombre a todo el pueblo de Jerusalén y al sacerdote Sofonías hijo de Maseías, y a todos los demás sacerdotes, diciendo:

    26. ‘El Señor te ha hecho sacerdote en lugar del sacerdote Joyadá para que haya vigilantes en el templo* del Señor. A todo aquel que actúe como loco y hable como un profeta, tú debes meterlo en el calabozo y atarlo con cadenas.

    27. ¿Por qué no has reprendido a Jeremías de Anatot, quien está hablándoles a ustedes como un profeta?

    28. Es que él nos ha enviado un mensaje a Babilonia diciendo: Ustedes vivirán allí por mucho tiempo. Construyan casas y vivan en ellas; planten huertos y coman lo que ellos producen’”».

    29. Entonces el sacerdote Sofonías le leyó esta carta al profeta Jeremías.

    30. Entonces vino mensaje del Señor a Jeremías diciendo:

    31. «Hazles conocer esto a todos los que están en el exilio: “Esto es lo que le dice el Señor acerca de Semaías el nejelamita: Ya que Semaías les ha profetizado sin que yo lo haya enviado, y les dio falsas esperanzas,

    32. esto dice el Señor: Voy a castigar a Semaías el nejelamita y a su descendencia. Nadie de su familia vivirá para ver el bien que le haré a mi pueblo, porque él provocó al pueblo a rebelarse contra el Señor, dice el Señor”».