32.6 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    Marcos 5 - Palabra de Dios para Todos

    El endemoniado gadareno

    1. Jesús y sus seguidores llegaron a la otra orilla del lago, a la región de los gerasenos.

    2. Apenas salió Jesús del bote, llegó a recibirlo un hombre que tenía un espíritu maligno. Venía de las tumbas,

    3. donde vivía. Ni siquiera con cadenas lo podían sujetar.

    4. Varias veces le habían encadenado las manos y le habían puesto hierros en los pies, pero el hombre rompía las cadenas y destrozaba los hierros. Nadie podía controlarlo.

    5. Vagaba por las colinas y las cuevas de día y de noche, siempre gritando y cortándose con piedras.

    6. Cuando el hombre vio a Jesús a lo lejos, fue a él corriendo, se arrodilló ante él

    7. y gritando le dijo: -¿Qué quieres de mí, Jesús, hijo del Dios Altísimo? En el nombre de Dios, te suplico que no me atormentes.

    8. El hombre gritaba así porque Jesús le había dicho: "¡Espíritu maligno, sal de ese hombre!"

    9. Después Jesús le preguntó: -¿Cuál es tu nombre? El hombre contestó: -Mi nombre es Legión porque somos muchos.

    10. Luego, los espíritus que vivían dentro del hombre le rogaban repetidas veces a Jesús que no los mandara fuera de esa región.

    11. Había muchos cerdos comiendo en un cerro cerca de allí.

    12. Así que los espíritus le suplicaron a Jesús: -¡Mándanos a esos cerdos y déjanos entrar en ellos!

    13. Jesús les permitió hacerlo, y los espíritus salieron del hombre y entraron en los cerdos. En seguida, los cerdos, que eran como dos mil, corrieron pendiente abajo por el barranco, cayeron en el lago y se ahogaron.

    14. Los encargados de cuidar los cerdos salieron huyendo a contar en el pueblo y en el campo lo que había pasado. Entonces, todos vinieron a ver qué había sucedido.

    15. Se acercaron a Jesús y vieron sentado, vestido y en su sano juicio al hombre que había tenido los demonios. La gente se asustó. Sabían que ese hombre había tenido una legión de espíritus malignos.

    16. Pero los que vieron lo sucedido les explicaron a los demás cómo había sido sanado el hombre que tenía demonios y lo que había pasado con los cerdos.

    17. Entonces la gente comenzó a pedirle a Jesús que se fuera de esa región.

    18. Cuando Jesús estaba por partir en el bote, el hombre que había tenido los demonios le rogó que lo dejara acompañarlo.

    19. Pero Jesús no le dio permiso y le dijo: -Ve a tu casa y cuéntale a tu gente lo que el Señor ha hecho por ti. Cuéntales que el Señor ha sido bueno contigo.

    20. Así que el hombre se fue a la región de Decápolis a contarles a todos lo que Jesús había hecho por él. Toda la gente estaba muy asombrada.

    La hija de Jairo, y la mujer que tocó el manto de Jesús

    21. Jesús volvió a la otra orilla del lago en el bote. Mucha gente se reunió junto a él a la orilla del lago.

    22. Llegó uno de los dirigentes de la sinagoga que se llamaba Jairo. Cuando vio a Jesús, se arrodilló ante él y

    23. le rogaba mucho: -Mi hijita está a punto de morir. Te pido que vengas y coloques tu mano sobre ella para que se mejore y siga con vida.

    24. Jesús se fue con Jairo y mucha gente los siguió. La gente apretujaba a Jesús por todos lados.

    25. Había allí una mujer que llevaba doce años sufriendo de flujos de sangre.

    26. La mujer sufrió mucho bajo el cuidado de varios médicos. Había gastado todo lo que tenía sin ninguna mejoría. De hecho, cada vez se ponía peor.

    27. La mujer oyó hablar de Jesús. Pasó en medio de la gente hasta llegar a Jesús por detrás y tocó su capa.

    28. Ella pensaba: "Si sólo puedo tocar su capa, quedaré sanada".

    29. Apenas lo tocó, la mujer dejó de sangrar. Sintió que su cuerpo había quedado sanado de la enfermedad.

    30. En ese momento Jesús se dio cuenta de que había salido poder de él. Él se detuvo, dio vuelta y preguntó: -¿Quién me tocó la capa?

    31. Los seguidores le dijeron: -Hay tanta gente empujando y tú preguntas, '¿quién me tocó?'

    32. Pero Jesús siguió mirando para saber quién había sido.

    33. La mujer sabía que había sanado. Así que se acercó y se arrodilló a sus pies. Ella estaba temblando de miedo y le contó lo que había pasado.

    34. Luego, Jesús le dijo: -Hija, tu fe te ha sanado. Vete en paz y sin ninguna enfermedad.

    35. Cuando Jesús estaba todavía hablando, llegaron mensajeros desde la casa del dirigente de la sinagoga y le dijeron: -Tu hija ha muerto. Ya no tienes por qué molestar al maestro.

    36. Pero Jesús no les hizo caso y le dijo al dirigente: -No tengas miedo. Sólo ten fe.

    37. Jesús permitió que sólo Pedro, Santiago y su hermano Juan lo acompañaran hasta la casa de Jairo, el dirigente de la sinagoga.

    38. Cuando llegaron a la casa, Jesús oyó el griterío de la gente que estaba llorando y lamentándose mucho.

    39. Jesús entró y les dijo: -¿Por qué tanta confusión y llanto? La niña no está muerta, está dormida.

    40. La gente se burlaba y no le creía. Entonces, Jesús les dijo a todos que se salieran y entró sólo con los padres de la niña y con los seguidores que lo acompañaban.

    41. Jesús tomó la mano de la niña y le dijo: -Talitá, cum (que significa "Óyeme pequeña, ¡levántate!").

    42. En seguida, la niña de doce años se levantó y empezó a caminar. Los padres de la niña y los seguidores quedaron completamente atónitos.

    43. Jesús les dio órdenes estrictas a los padres de la niña que no le contaran a nadie lo que había ocurrido. Luego les dijo que le dieran algo de comer a la niña.