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jueves, julio 18, 2024
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    Nehemías 7 - Palabra de Dios para Todos

    Nehemías designa dirigentes

    1. Una vez que la muralla fue reconstruida y se colocaron las puertas, se nombraron porteros, cantores y ayudantes de los sacerdotes.

    2. Luego, dejé a mi hermano Jananí, junto con Jananías, el jefe militar, a cargo de Jerusalén. Jananí era un hombre honesto y respetaba a Dios más que la mayoría de gente.

    3. Entonces les dije: «Las puertas de Jerusalén no deben abrirse sino hasta cuando el sol comience a calentar, y deben ser cerradas y aseguradas mientras los guardias estén en su turno de vigilancia. Designen gente que viva en Jerusalén para hacer turnos de vigilancia, tanto en puestos de guardia como frente a sus propias casas».

    4. La ciudad era muy grande pero tenía pocos habitantes y no había un número suficiente de casas reconstruidas,

    Los que volvieron con Zorobabel

    5. así que Dios me inspiró para que reuniera a todo el pueblo. Reuní a las personas importantes, a los oficiales y al resto del pueblo para que fueran registrados por familias. Encontré el libro de los registros familiaresb de los primeros exiliados* que regresaron, y esto estaba escrito en él:

    6. Esta es la lista de los exiliados que regresaron del cautiverio al que habían sido sometidos por el rey Nabucodonosor de Babilonia. Ellos regresaron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su lugar de origen.

    7. Los que dirigían eran Zorobabelc, Jesúa, Nehemías, Azarías, Raamías, Najamani, Mardoqueo, Bilsán, Mispéret, Bigvay Nehúm y Baná. Esta es la lista de los israelitas que regresaron:

    8. Los descendientes de Parós eran dos mil ciento setenta y dos;

    9. de Sefatías, trescientos setenta y dos;

    10. de Araj, seiscientos cincuenta y dos;

    11. de Pajat Moab, es decir, los de Jesúa y Joab, dos mil ochocientos dieciocho;

    12. de Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro;

    13. de Zatú, ochocientos cuarenta y cinco;

    14. de Zacay, setecientos sesenta;

    15. de Binuy, seiscientos cuarenta y ocho;

    16. de Bebay, seiscientos veintiocho;

    17. de Azgad, dos mil trescientos veintidós;

    18. de Adonicán, seiscientos sesenta y siete.

    19. de Bigvay, dos mil sesenta y siete;

    20. de Adín, seiscientos cincuenta y cinco;

    21. de Ater, es decir, los de Ezequías, noventa y ocho;

    22. de Jasún, trescientos veintiocho;

    23. de Besay, trescientos veinticuatro;

    24. de Jarif, ciento doce;

    25. de Gabaón, noventa y cinco.

    26. De los pueblos de Belén y Netofa regresaron ciento ochenta y ocho;

    27. de Anatot, ciento veintiocho;

    28. de Bet Azmávet, cuarenta y dos;

    29. de Quiriat Yearín, Cafira y Berot, setecientos cuarenta y tres;

    30. de Ramá y Gueba, seiscientos veintiuno;

    31. de Micmás, ciento veintidós;

    32. de los pueblos de Betel y Hai, ciento veintitrés;

    33. del otro pueblo de Nebo, cincuenta y dos;

    34. del otro pueblo de Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro;

    35. de Jarín, trescientos veinte;

    36. de Jericó, trescientos cuarenta y cinco;

    37. de los pueblos de Lod, Jadid y Ono, setecientos veintiuno;

    38. de Sená, tres mil novecientos treinta.

    39. Sacerdotes: Los descendientes de Jedaías, principalmente de la familia de Jesúa, novecientos setenta y tres;

    40. de Imer, mil cincuenta y dos;

    41. de Pasur, mil doscientos cuarenta y siete;

    42. de Jarín, mil diecisiete.

    43. Levitas*: Los descendientes de Jesúa, principalmente de Cadmiel, de la familia de Hodavías, setenta y cuatro.

    44. Cantores: Los descendientes de Asaf, ciento cuarenta y ocho.

    45. Porteros: Los descendientes de Salún, Ater, Talmón, Acub, Jatitá y Sobay, ciento treinta y ocho.

    46. Servidores del templo*: Los descendientes de Zijá, Jasufá, Tabaot,

    47. Querós, Sigajá, Padón,

    48. Lebaná, Jagabá, Salmay,

    49. Janán, Guidel, Gajar,

    50. Reaías, Rezín, Necoda.

    51. Gazán, Uza, Paseaj,

    52. Besay, Meunín, Nefisesín,

    53. Bacbuc, Jacufá, Jarjur,

    54. Baslut, Mejidá, Jarsa,

    55. Barcós, Sísara, Temá,

    56. Neziaj y Jatifá.

    57. Descendientes de los servidores de Salomón: Los descendientes de Sotay, Soféret, Peruda,

    58. Jalá, Darcón, Guidel,

    59. Sefatías, Jatil, Poquéret Hasebayin, y Amón.

    60. Todos los servidores del templo y los descendientes de los servidores de Salomón sumaban en total trescientos noventa y dos.

    61. Estos son los que volvieron a Jerusalén desde Tel Melaj, Tel Jarsá, Querub, Adón e Imer, pero no pudieron demostrar que sus antepasados eran de Israel:

    62. Seiscientos cuarenta y dos descendientes de Delaías, Tobías y Necoda,

    63. De los sacerdotes, los siguientes tampoco pudieron demostrar que sus antepasados eran israelitas: Los descendientes de Jabaías, Cos y Barzilay. Barzilay tenía en realidad otro nombre, pero como se caso con la hija de un hombre de Galaad llamado Barzilay, decidió tomar ese nombre.

    64. Ellos buscaron los registros de sus familias en la lista oficial pero no los encontraron y como no pudieron probar que sus antepasados eran sacerdotes, fueron excluidos del sacerdocio.

    65. El gobernador les dijo a ellos que no se les permitiría participar del alimento sagrado hasta que hubiera un sacerdote que pudiera usar el urim* y tumim* para preguntarle a Dios qué hacer.

    66. El total de desterrados que volvieron fue de cuarenta y dos mil trescientas sesenta personas,

    67. sin contar sus siervos y siervas que eran siete mil trescientos treinta y siete. También había doscientos cuarenta y cinco cantores, hombres y mujeres.

    68. Tenían además setecientos treinta y seis caballos, doscientas cuarenta y cinco mulas,

    69. cuatrocientos treinta y cinco camellos y seis mil setecientos veinte burros.

    70. Algunos jefes de familia donaron dinero para la construcción. El gobernador donó cerca de ocho kilosa de oro, cincuenta tazones y quinientas treinta túnicas para los sacerdotes.

    71. Los jefes de familia donaron cerca de ciento sesenta kilos de oro y cerca de mil doscientos diez kilosb de plata.

    72. El resto de la gente donó cerca de ciento sesenta kilos de oro, mil cien kilos de plata y sesenta y siete túnicas para los sacerdotes.

    73. Los sacerdotes, levitas, porteros, cantores, gente del pueblo, servidores del templo y todos los israelitas se instalaron en sus ciudades. Cuando llegó el séptimo mesc, todo el pueblo de Israel estaba establecido en sus ciudades.