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lunes, agosto 19, 2024
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    Salmos 119 - Palabra de Dios para Todos

    Excelencias de la ley de Dios Alef

    1. Afortunadosb los que llevan una vida pura y siguen las enseñanzas del Señor.

    2. Afortunados los que obedecen sus mandamientos y lo buscan de todo corazón.

    3. Ellos nunca hacen el mal, sino que andan en los caminos del Señor.

    4. Dios mío, tú nos diste tus mandamientos para que los obedeciéramos fielmente.

    5. Quisiera obedecer tus leyes de la mejor manera,

    6. así, nunca me sentiré avergonzado al estudiar tus mandamientos.

    7. Te agradeceré de todo corazón cuando haya aprendido tus justos mandamientos.

    8. No me abandones que yo obedeceré tus mandamientos.

    Bet

    9. ¿Cómo puede el joven llevar una vida pura? Siguiendo tus enseñanzas.

    10. Dios mío, yo te busco de todo corazón, no me dejes desviar de tus mandamientos.

    11. Memorizo tus enseñanzas para no pecar contra ti.

    12. Bendito seas Señor, enséñame tus leyes.

    13. Con mis labios contaré todas las decisiones que has pronunciado

    14. Me alegraré cumpliendo tus mandamientos, más que en todas las riquezas.

    15. Medito en tus enseñanzas, presto atención a tus caminos.

    16. Disfruto tus leyes y siempre recuerdo tus palabras.

    Guímel

    17. Sé bueno con este siervo tuyo para que pueda vivir y obedecer tus palabras.

    18. Abre mis ojos y hazme ver lo maravillosas que son tus enseñanzas.

    19. Estoy de paso en esta tierra, pero te ruego que no me ocultes tus leyes.

    20. Deseo con toda mi alma obedecer siempre tus normas.

    21. Tú castigas a los arrogantes y malditos que se desvían de tus mandamientos.

    22. Yo obedezco tus mandatos, así que te ruego que alejes el mal de mí.

    23. Aunque los poderosos me ataquen y hablen mal de mí, yo siempre seré tu siervo y seguiré tus mandamientos.

    24. En verdad disfruto siguiendo tus enseñanzas; ellas son mis consejeras.

    Dálet

    25. Estoy postrado en el polvo, reanímame tal como lo prometiste.

    26. Te hablé sobre mi vida y tú me respondiste; ahora, enséñame tus normas.

    27. Ayúdame a entender tus leyes, para apreciar todas las maravillas que has hecho.

    28. Estoy cansado y lloro de tristeza; fortaléceme tal como lo prometiste.

    29. Aléjame del camino de la mentira y guíame con tus enseñanzas.

    30. He decidido seguir el camino de la fidelidad; he elegido tus enseñanzas.

    31. Me he apegado a tus enseñanzas, Señor, te ruego que no me avergüences.

    32. Corro por el camino de tus mandamientos, porque tú me haces más sabio.

    He

    33. Señor, enséñame el camino de tus normas, y yo lo seguiré hasta el fin.

    34. Dame entendimiento para obedecer tu ley, y de todo corazón yo la cumpliré.

    35. Guíame por el camino de tus mandatos, porque en él me encuentro a gusto.

    36. Haz que mi mente se concentre en cómo seguir tus enseñanzas y no en cómo tener ganancias mal habidas.

    37. Aleja de mi mente los pensamientos inútiles, dame vida para vivir en tus caminos.

    38. Cumple la promesa que le hiciste a tu siervo, la que haces a los que te respetan.

    39. Aleja de mí la vergüenza a la que temo, porque tus normas son sabias y justas.

    40. Yo deseo tus mandamientos, dame vida de acuerdo a tu justicia.

    Vau

    41. Señor, que tu fiel amor llegue a mí, sálvame como lo prometiste.

    42. Así podré responder a quien me ofende porque confío en tu palabra.

    43. Ayúdame a hablar siempre de tu verdad; confío totalmente en tus normas.

    44. Yo seguiré siempre tus enseñanzas, eternamente.

    45. Viviré tranquilo porque me esfuerzo por obedecer tus leyes.

    46. Hablaré de tus mandamientos y no me avergonzaré de tu palabra delante de los reyes,

    47. Me siento muy bien siguiendo tus mandatos porque los amo.

    48. Prometo ser fiel a tus mandamientos; los amo y me dedicaré a seguir tus leyes.

    Zain

    49. Recuerda la promesa que me hiciste; ella me llenó de esperanza.

    50. Tu promesa es mi consuelo cuando sufro; tu palabra me devuelve la vida.

    51. La gente que se cree mejor que yo, se burla de mí todo el tiempo, pero yo nunca me alejo de tus enseñanzas.

    52. Señor, siempre recuerdo tus normas de otro tiempo, y ellas me dan consuelo.

    53. Me indigno cuando veo a los perversos que se apartan de tus enseñanzas.

    54. Tus leyes son fuente de fortaleza para mí, dondequiera que esté.

    55. Señor, recuerdo tu nombre por la noche y sigo tus enseñanzas durante el día.

    56. Esto es lo que yo hago: obedecer cuidadosamente tus mandatos.

    Chet

    57. Señor, dedico mi vida entera a obedecer tus mandatos.

    58. Deseo servirte con toda mi alma, así que sé bueno conmigo como lo prometiste.

    59. Examiné cuidadosamente mi vida y decidí regresar a ti y seguir tus enseñanzas.

    60. Me di prisa, no me tardé, a obedecer tus mandatos.

    61. Aunque los perversos me tienen rodeado, yo no he olvidado tus enseñanzas.

    62. En medio de la noche me despierto y me levanto para agradecerte por tus justas normas.

    63. Soy compañero de todos los que te respetan, de todos los que obedecen tus mandamientos.

    64. Señor, tú llenas toda la tierra de tu fiel amor, enséñame tus leyes.

    Tet

    65. Señor, tú has sido muy bueno conmigo, tu siervo; has cumplido todo lo que prometiste.

    66. Dame la sabiduría y el conocimiento que necesito porque confío en tus mandatos.

    67. Antes yo no andaba en tu camino y sufría mucho, pero ahora cumplo fielmente tu palabra.

    68. Tú eres bueno y haces el bien, enséñame tus leyes.

    69. Gente mala que se cree mejor que yo mintió sobre mí, pero yo sigo cumpliendo de todo corazón tus mandatos.

    70. Ellos tienen la mente embrutecida; yo, en cambio, disfruto tus enseñanzas.

    71. Fue bueno que yo sufriera tanto porque así aprendí tus leyes.

    72. La enseñanza que sale de tus labios vale más para mí que todo el oro y la plata del mundo.

    Yod

    73. Tus manos me crearon, tú me formaste; ayúdame ahora a aprender y entender tus mandamientos.

    74. Los que te respetan se alegran al verme porque en tu palabra he puesto mi esperanza.

    75. Señor, yo sé que tus normas son justas y que fue necesario que me castigaras,

    76. pero ahora te pido que me consueles con tu fiel amor, tal como me lo prometiste.

    77. Muéstrame tu fiel amor y déjame vivir pues disfruto de tus enseñanzas.

    78. Que sea castigada esa gente arrogante que me atacó y mintió sobre mí; yo siempre sigo tus mandamientos.

    79. Que los que te respetan regresen a mí y puedan aprender tus enseñanzas.

    80. Ayúdame a obedecer de corazón tus mandatos para que nunca tenga que sufrir pena y humillación.

    Caf

    81. Estoy agotado esperando que me salves, pero confío totalmente en tu palabra.

    82. Mis ojos ya están cansados de tanto esperar tu promesa y digo: «¿Cuándo me consolarás?»

    83. Aunque me siento terriblemente agotado, no me he olvidado de tus leyes.

    84. ¿Cuánto tiempo más tendré que vivir sin que castigues a todos los que me atacan?

    85. Hay gente muy arrogante y soberbia que ha cavado trampas contra mí; ellos están en contra de tus enseñanzas.

    86. ¡Dios mío, ayúdame! Podemos confiar plenamente en todos tus mandatos.

    87. Casi me borran de la tierra, pero yo no he abandonado tus mandamientos.

    88. Conforme a tu fiel amor, dame vida y yo cumpliré tus mandamientos.

    Lámed

    89. Señor, tu palabra está firme para siempre en el cielo.

    90. La gente podrá confiar en tu palabra ahora y siempre; tú hiciste la tierra, y ella perdura.

    91. La tierra sigue existiendo gracias a tu voluntad; todo el universo está a tu servicio.

    92. Si yo no hubiera seguido con amor tus enseñanzas, mis sufrimientos ya habrían acabado conmigo.

    93. Jamás olvidaré tus leyes porque ellas me mantienen con vida.

    94. Yo soy tuyo, sálvame; quiero obedecer tus mandamientos.

    95. Los perversos querían acabar conmigo, pero yo sigo fiel a tus enseñanzas.

    96. He visto que todo en la vida tiene sus límites, pero lo único que no tiene límites es tu ley.

    Mem

    97. ¡Cuánto amo tu enseñanza! La estudio todo el tiempo.

    98. Tus mandamientos siempre están conmigo; me hacen ser más sabio que mis enemigos.

    99. Tú me has hecho aun más sabio que todos mis maestros porque siempre medito en tus enseñanzas.

    100. Soy más sabio que los ancianos porque obedezco tus mandamientos.

    101. Me alejo del camino del mal para poder obedecer tus mandatos.

    102. Nunca rompo tus normas porque tú me las enseñaste.

    103. Tu palabra es dulce a mi paladar, más que la miel en mi boca.

    104. Rechazo la mentira porque tus enseñanzas me hacen sabio.

    Nun

    105. Tu palabra es lámpara que guía mis pasos; luz que alumbra mi camino.

    106. Yo juré obedecer tus justas normas y siempre cumpliré mi juramento.

    107. Señor, ya he sufrido bastante; dame de nuevo la vida tal como lo prometiste.

    108. Señor, acepta la alabanza de mis labios, y enséñame tus leyes.

    109. Mi vida ha estado en peligro muchas veces, pero nunca he olvidado tus enseñanzas.

    110. Los perversos tratan de atraparme, pero yo nunca me alejo de tus mandatos.

    111. Obedeceré tu ley para siempre porque me hace feliz.

    112. Siempre me esforzaré por obedecer tus leyes hasta el final.

    Sámec

    113. Odio a la gente hipócrita, pero amo tus enseñanzas.

    114. Tú eres mi refugio y mi protector; confío en tu palabra.

    115. Aléjense de mí, perversos, que quiero obedecer los mandatos de mi Dios.

    116. Dame el apoyo que me prometiste y viviré; confío en ti, no me decepciones.

    117. Ayúdame y estaré a salvo para obedecer siempre tus mandatos.

    118. Tú rechazas a todos los que rompen tus normas porque sus pensamientos son falsedades.

    119. Tú consideras chatarra inservible a los perversos que hay en la tierra. Por eso amaré tus enseñanzas para siempre.

    120. Mi cuerpo tiembla de miedo porque te temo y respeto tus leyes.

    Ayin

    121. He hecho lo que es justo y honesto; no me dejes en manos de quienes quieren explotarme.

    122. Haz bien a tu siervo y no permitas que los arrogantes me opriman.

    123. Mis ojos están ya cansados de tanto esperar tu salvación, de esperar que se cumpla tu promesa de justicia.

    124. Trata a este siervo tuyo conforme a tu fiel amor; enséñame tus leyes.

    125. Yo soy tu siervo, ayúdame a entender y aprender tus enseñanzas.

    126. Señor, es hora de que hagas algo, pues la gente está olvidando tus enseñanzas.

    127. Amo tus mandatos más que cualquier cosa en el mundo, aun más que el oro.

    128. Por eso obedezco tus normasa y rechazo el camino de maldad.

    Pe

    129. Tus enseñanzas son maravillosas, por eso las obedezco.

    130. Tu palabra nos ilumina, educa a los ignorantes.

    131. Quiero obedecer tus mandatos tanto como deseo respirar. Estoy ansioso y emocionado por cumplirlos.

    132. Dios mío, mírame y sé bueno conmigo como lo eres con los que aman tu nombre.

    133. Guíame conforme a tu palabra y haz que nada malo me suceda.

    134. Sálvame de la opresión humana y obedeceré tus mandatos.

    135. Sé bueno conmigo, con este siervo tuyo, y enséñame tus leyes.

    136. He llorado un mar de lágrimas porque la gente no sigue tus enseñanzas.

    Tsade

    137. Señor, tú eres justo y tus normas son correctas.

    138. Tú nos diste leyes justas; podemos confiar en ellas.

    139. Estoy muy indignado porque mis enemigos olvidaron tu palabra.

    140. Está comprobado que tu palabra es digna de confianza, por eso la ama tu siervo.

    141. Puedo ser joven y despreciable, pero nunca olvido tus mandamientos.

    142. Tu justicia es siempre correcta, tu enseñanza es la verdad.

    143. He sufrido mucho en la vida y he pasado por dificultades, pero tus mandamientos siempre me dan placer.

    144. Tus enseñanzas son siempre justas, ayúdame a entenderlas para poder vivir.

    Cof

    145. Con todas mis fuerzas te llamo, Señor, respóndeme y obedeceré tus leyes.

    146. A ti clamo, ¡sálvame! y obedeceré tus enseñanzas.

    147. Me levanto temprano en la mañana para pedir tu ayuda; confío en tu palabra.

    148. Me mantengo despierto durante la noche para reflexionar acerca de tu palabra.

    149. Conforme a tu fiel amor, escúchame, Señor; conforme a tu justicia, déjame vivir.

    150. Me persiguen los que se guían por el mal; ellos se han alejado de tus enseñanzas.

    151. Señor, tú estás cerca de mí y puedo confiar en todas tus palabras.

    152. Hace mucho tiempo entendí que tus enseñanzas valen para siempre.

    Resh

    153. Mira mi sufrimiento y ven a salvarme porque nunca me he olvidado de tus enseñanzas.

    154. Defiende mi causa y sálvame; dame vida como lo prometiste.

    155. La salvación está muy lejos de los perversos pues no obedecen tus normas.

    156. Señor, tu compasión es muy grande; conforme a tu justicia déjame vivir.

    157. Tengo muchos enemigos y gente que me persigue, pero nunca me he apartado de tus enseñanzas.

    158. Detesto ver a esos traidores porque no siguen tu palabra.

    159. Mira Señor, yo obedezco todos tus mandamientos; conforme a tu fiel amor, dame vida.

    160. La suma de tu palabra es verdad; cada una de tus justas normas permanecerá para siempre.

    Sin

    161. Gente importante me ataca sin razón, pero yo sólo respeto tu ley.

    162. Tu palabra me hace tan feliz como si hubiera encontrado un valioso tesoro.

    163. Odio y desprecio la mentira, pero amo tu enseñanza.

    164. Siete veces al día te alabo por tus justos mandamientos.

    165. La gente que ama tus enseñanzas encontrará la paz verdadera; nada los hará tropezar.

    166. Señor, espero tu salvación y obedezco tus mandamientos.

    167. Mi alma ha seguido tus enseñanzas y yo las amo mucho.

    168. Cumplo tus normas y mandamientos, y tú lo sabes.

    Tau

    169. Señor, espero que te llegue a ti mi súplica y me des la sabiduría que me prometiste;

    170. que escuches mi oración y me salves como prometiste.

    171. De mis labios brota la alabanza porque me enseñaste tus leyes.

    172. Ayúdame a responder a tus palabras y déjame expresarte mi alegría porque todas tus leyes son justas.

    173. Alístate para ayudarme porque he decidido seguir tus mandatos.

    174. Señor, deseo que me salves porque disfruto tus enseñanzas.

    175. Dame la vida y déjame alabarte; que tus leyes vengan en mi ayuda.

    176. Anduve como una oveja perdida, ven a buscarme, que yo, tu siervo, nunca olvido tus mandatos.