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sábado, julio 20, 2024
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    Salmos 38 - Palabra de Dios para Todos

    Oración de un penitente Salmo de David, para recordar.

    1. Señor, no me reprendas con enojo. No me corrijas cuando estés muy molesto.

    2. Me estás usando como blanco de tus flechas: descargas tu poder en contra mía.

    3. Estoy muy mal. Me has castigado severamente, y ahora me invade el dolor.

    4. Mi culpa pesa sobre mi cabeza como una enorme carga.

    5. A causa de mis errores, sufro ahora de dolores insoportables.

    6. Me la paso retorciéndome de dolor y vivo lamentándome.

    7. Siento por dentro la fiebre ocasionada por una pena terrible; estoy completamente descompuesto.

    8. Estoy tan agotado que mi corazón abatido me hace gritar.

    9. Señor, tú sabes lo que deseo. Has escuchado mis lamentos.

    10. Mi corazón late exageradamente. Se me ha acabado la fuerza y mis ojos han perdido su brillo.a

    11. Mis amigos y quienes me querían no se acercan a mí por causa de mi enfermedad. Hasta mis familiares se han alejado de mí.

    12. Mis enemigos me tienden trampas y amenazan con destruirme. Dicen mentiras de mí todo el tiempo.

    13. Pero yo me hago el sordo y los ignoro. Me hago el mudo y no digo nada.

    14. Soy como el que no puede escuchar lo que la gente dice en su contra. No puedo quejarme y demostrar que mis enemigos están equivocados.

    15. Señor, yo espero en ti; tú, Señor y Dios mío, serás quien responda.

    16. No permitas que mis enemigos se alegren con mi caída. No permitas que canten victoria.

    17. Estoy a punto de rendirme; el dolor no me abandona.

    18. Confieso mis culpas, me duele mi pecado.

    19. Mis enemigos son fuertes y siguen diciendo mentiras de mí.

    20. Y esos que devuelven mal a cambio del bien siguen atacándome porque me esfuerzo en hacer el bien.

    21. Señor, no me abandones. Dios mío, no te quedes lejos de mí.

    22. Apresúrate a ayudarme. ¡Sálvame, Dios mío!