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domingo, julio 21, 2024
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    Salmos 49 - Palabra de Dios para Todos

    La insensatez de confiar en las riquezas Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.

    1. Escuchen esto, naciones todas; oigan bien, habitantes de toda la tierra,

    2. pobres y ricos, poderosos y humildes.

    3. Mi boca hablará con sabiduría y mi corazón con inteligencia.

    4. Me concentraré en los refranes, y propondré mi enigma al son del arpa.

    5. ¿Por qué voy a sentir miedo en los días difíciles, cuando esté rodeado de la perversidad de mis enemigos?

    6. A ellos sólo les importan sus bienes y riquezas.

    7. Ningún ser humano puede salvarse a sí mismo, ni pagarle a Dios para que le salve la vida.

    8. Eso vale mucho; ninguna cantidad de dinero es suficiente

    9. para poder vivir para siempre y librarse de la muerte.

    10. Podrán darse cuenta de que tanto el sabio como el tonto y el ignorante, todos mueren por igual, y otros se quedan con sus riquezas.

    11. Aunque tuvieron tierras a su nombre, la tumba será para ellos su nuevo hogar, para toda la eternidad, su habitación de generación en generación.

    12. Uno puede tener mucho dinero, pero no puede vivir eternamente. Morirá al igual que mueren los animales.

    13. Eso es lo que les pasa a los que se sienten tan confiados; en eso acaban los que se complacen en su propia palabrería.a Selah*

    14. A ellos la muerte se los lleva al sepulcro como lleva un pastor a las ovejas. Por la mañana, los justos gobernarán sobre ellos. Sus cuerpos se consumirán en el sepulcro y no se llevarán allí sus riquezas.

    15. En cambio, Dios rescatará mi vidab de las garras de la muerte pues me llevará con él. Selah

    16. Así que no temas al que se enriquece y aumenta el lujo de su casa,

    17. porque nada se llevará cuando muera, ni su lujo descenderá con él.

    18. Aunque piense que alcanzó toda la dicha del mundo porque tiene mucha riqueza, y lo admiren por todo lo que tiene,

    19. llegará el día en que muera y nunca más volverá a ver la luz.

    20. Se puede ser muy rico, y no entender que uno morirá al igual que mueren los animales.