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miércoles, julio 17, 2024
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    Lucas 2 - Peshita (Nuevo Testamento)

    Nacimiento de Jesús

    1. Sucedió en aquellos días, que se emitió un edicto de César[3] Augusto para que se levantara un censo de toda nación bajo su dominio.

    2. Se levantó este primer censo cuando Cirenio era gobernador de Siria,

    3. y acudieron a registrarse cada uno a su ciudad.

    4. Entonces José también subió desde Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, pues él era de la casa y de la familia de David,

    5. para inscribirse allí junto con Mariam, desposada con él, quien estaba embarazada.

    6. Aconteció, pues, que mientras se encontraban allí, se cumplieron los días para que ella diera a luz,

    7. y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían donde alojarse.

    Los ángeles y los pastores

    8. En aquella misma región había pastores que cuidaban sus rebaños durante las vigilias de la noche.

    9. Y he aquí que se les presentó un ángel de Dios, y la gloria de Yahweh resplandeció sobre ellos, y les sobrevino un gran temor.

    10. Entonces el ángel les dijo: No tengan miedo, porque he aquí, les traigo buenas nuevas de gran gozo, que serán para todo el mundo[4],

    11. . porque hoy les ha nacido el Salvador en la ciudad de David, que es el Señor, el Cristo.

    12. Y esto les servirá de señal: encontrarán al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.

    13. Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales alabando a Dios, y diciendo:

    14. ¡Gloria a Dios en las alturas, y sobre la Tierra paz y buena esperanza para los hombres!

    15. Y sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al Cielo, los pastores se decían unos a otros: Trasladémonos hasta Belén para ver esto que ha acontecido, según Yahweh nos lo ha hecho saber.

    16. Y llegaron apresuradamente y encontraron a Mariam y a José, y al niño acostado en el pesebre.

    17. Y cuando lo vieron, dieron a conocer la palabra que se les había hablado en cuanto al niño,

    18. y todos los que lo escucharon se maravillaron de las cosas que les hablaban los pastores.

    19. Pero Mariam guardaba todas estas cosas reflexionando en su corazón.

    20. Y los pastores regresaron, glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían visto y escuchado, tal como les había sido dicho.

    Presentación de Jesús en el templo

    21. Al cumplirse los ocho días para que fuera circuncidado el niño, llamaron su nombre Jesús, porque así fue llamado por el ángel antes de que fuera concebido en el vientre.

    22. Al cumplirse los días de la purificación de ellos según la ley de Moisés, trajeron al niño a Jerusalén para presentarlo ante Yahweh

    23. (tal como está escrito en la ley de Yahweh: "TODO VARÓN QUE ABARA MATRIZ SERÁ LLAMADO SANTO DE YAHWEH"),

    24. y apara ofrecer sacrificio según lo declarado en la ley de Yahweh: "UN PAR DE TÓRTOLAS O DOS PALOMINOS".

    25. Y había cierto varón en Jerusalén que tenía por nombre Simeón. Este era un varón recto y justo que esperaba la consolación de Israel, y el espíritu santo estaba sobre él.

    26. A él le había sido dicho por el espíritu santo que no vería la muerte hasta que viera al Cristo de Yahweh.

    27. Este, movido por el espíritu, llegó al templo, y cuando los padres trajeron al niño Jesús para hacer con Él según lo ordenado por la ley,

    28. él lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios, diciendo:

    29. Ahora, Señor mío, permite que tu siervo se vaya en paz, según tu palabra,

    30. porque he aquí que han visto mis ojos tu misericordia,

    31. la cual preparaste en presencia de todos los pueblos:

    32. LUZ PARA REVELACIÓN A LOS GENTILES, y gloria para tu pueblo Israel.

    33. Y José y Mariam estaban asombrados por las cosas que se decían de Él.

    34. Habiéndolos bendecido Simeón, dijo a su madre Mariam: He aquí que Este ha sido puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, y para señal de controversia,

    35. a fin de que sean revelados los pensamientos de los corazones de muchos; y una lanza traspasará tu misma alma.

    36. Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad avanzada y había vivido siete años con su marido desde que se casó.

    37. Era una viuda como de ochenta y cuatro años, y no se apartaba del templo y servía estando en ayuno y en oración día y noche.

    38. Y también en ese preciso momento ella se encontraba presente dando gracias a Yahweh, y hablaba de Él a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

    El regreso a Nazaret

    39. Habiendo ellos cumplido con todo lo establecido en la ley de Yahweh, retornaron a Galilea, a Nazaret su ciudad.

    40. El niño crecía y se fortalecía en el espíritu, y era lleno de sabiduría y la gracia de Dios estaba con Él.

    El niño Jesús en el templo

    41. Y sus padres acudían a Jerusalén cada año para la fiesta de la Pascua.

    42. Y cuando Él tenía doce años de edad, subieron a la fiesta como era su costumbre,

    43. y al terminarse los días de la fiesta ellos regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que se dieran cuenta José y su madre,

    44. y suponiendo ellos que iba con los de su caravana, anduvieron un día de camino, y luego empezaron a buscarlo entre sus parientes y conocidos,

    45. pero como no lo hallaron, se devolvieron nuevamente a Jerusalén para buscarlo.

    46. Y después de tres días lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.

    47. Y cuantos lo escuchaban, se sorprendían de su sabiduría y de sus respuestas.

    48. Al verlo sus padres, se asombraron, pero su madre le dijo: Hijo mío, ¿por qué nos has tratado así? Mira, tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.

    49. Él les dijo: ¿Por qué me buscaban? ¿No saben ustedes que debo estar en la casa de mi Padre?

    50. Pero ellos no comprendieron la palabra que les dijo.

    51. Y descendiendo con ellos fue a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.

    52. Y Jesús crecía en estatura, en sabiduría y en gracia para con Dios y para con los hombres.