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miércoles, julio 17, 2024
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    Apocalipsis 22 - Reina Valera 1865

    1. Y MOSTRÓME un río puro de agua de vida, claro como cristal, que salía del trono de Dios, y del Cordero.

    2. En el medio de la plaza de ella, y de la una parte y de la otra del río, estaba el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.

    3. Y no habrá allí jamás maldición; sino el trono de Dios, y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán.

    4. Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.

    5. Y allí no habrá más noche, y no tienen necesidad de luz de candela, ni de luz de sol; porque el Señor Dios los alumbrará, y reinarán para siempre jamás.

    La venida de Cristo está cerca

    6. Y díjome: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor Dios de los santos profetas ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que es necesario que sean hechas presto.

    7. He aquí, yo vengo prestamente: Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.

    8. Y yo Juan soy el que ha oido, y visto estas cosas. Y después que hube oido y visto, me postré para adorar delante de los piés del ángel que me mostraba estas cosas.

    9. Y él me dijo: Mira que no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro: Adora a Dios.

    10. Y díjome: No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca.

    11. El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es sucio, ensúciese todavía; y el que es justo, sea aun todavía justificado; y el que es santo, sea aun santificado todavía.

    12. Y, he aquí, yo vengo prestamente, y mi galardón está conmigo, para recompensar a cada uno según fuere su obra.

    13. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio, y el fin, el primero y el postrero.

    14. Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que tengan derecho al árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.

    15. Mas los perros estarán de fuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira.

    16. Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias: yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana.

    17. Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga. Y el que quiere, tome del agua de la vida de balde.

    18. Porque yo protesto a cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas escritas en este libro.

    19. Y si alguno disminuyere de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.

    20. El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente vengo en breve. Amén: sea así. Ven, Señor Jesús.

    21. La gracia de nuestro Señor Jesu Cristo sea con todos vosotros. Amén.