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jueves, julio 18, 2024
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    Apocalipsis 8 - Reina Valera 1865

    El séptimo sello

    1. Y CUANDO él hubo abierto el séptimo sello, fué hecho silencio en el cielo casi por media hora.

    2. Y ví los siete ángeles que estaban en pié delante de Dios, y fuéronles dadas siete trompetas.

    3. Y otro ángel vino, y se paró delante del altar, teniendo un incensario de oro; y fuéronle dados muchos inciensos para que los ofreciese con las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro, el cual estaba delante del trono.

    4. Y el humo de los inciensos, con las oraciones de los santos, subió de la mano del ángel delante de Dios.

    5. Y el ángel tomó el incensario, e hinchiólo del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra, y fueron hechas voces, y truenos, y relámpagos, y un temblor de tierra.

    Las trompetas

    6. Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas, se aprestaron para tocar trompeta.

    7. Y el primer ángel tocó la trompeta, y fué hecho granizo, y fuego, mezclados con sangre, y fueron arrojados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles fué quemada, y toda la yerba verde fué quemada.

    8. Y el segundo ángel tocó la trompeta, y como un grande monte ardiente con fuego fué lanzado en la mar, y la tercera parte de la mar fué vuelta en sangre.

    9. Y murió la tercera parte de las criaturas que estaban en la mar, las cuales tenían vida, y la tercera parte de los navíos fué destruida.

    10. Y el tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una grande estrella ardiendo como una lámpara encendida, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas.

    11. Y el nombre de la estrella se dice Ajenjo; y la tercera parte de las aguas fué vuelta en ajenjo; y muchos hombres murieron por las aguas, porque fueron hechas amargas.

    12. Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fué herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas: de tal manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba la tercera parte del día, y semejantemente de la noche.

    13. Y miré, y oí un ángel volar por medio del cielo, diciendo a alta voz: ¡Ay, ay, ay de los que moran en la tierra! por razón de las otras voces de las trompetas de los tres ángeles que habían de tocar.