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miércoles, julio 17, 2024
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    Gálatas 3 - Reina Valera 1865

    El Espíritu se recibe por la fe

    1. ¡OH Gálatas sin seso! ¿quién os hechizó para no obedecer a la verdad; vosotros, delante de cuyos ojos Jesu Cristo fué ya claramente representado, crucificado entre vosotros?

    2. Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oir de la fé?

    3. ¿Tan insensatos sois, que habiendo comenzado por el Espíritu, ahora os perfeccionais por la carne?

    4. ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si empero en vano.

    5. El, pues, que os suministra el Espíritu, y obra milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oir de la fé?

    El pacto de Dios con Abraham

    6. Así como Abraham creyó a Dios, y le fué contado a justicia.

    7. Sabéd, pues, que los que son de la fé, los tales son hijos de Abraham.

    8. Y viendo ántes la Escritura, que Dios por la fé había de justificar a los Gentiles, anunció ántes el evangelio a Abraham, diciendo: Todas las naciones serán bendecidas en tí.

    9. Luego los que son de la fé, son benditos con el creyente Abraham.

    10. Porque todos los que son de las obras de la ley, debajo de maldición están; porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas.

    11. Mas que por la ley ninguno se justifica delante de Dios, es manifiesto; porque: El justo por la fé vivirá.

    12. Y la ley no es de la fé; ántes dice: El hombre que las hiciere, vivirá en ellas.

    13. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque escrito está: Maldito todo aquel que es colgado en madero:)

    14. A fin de que la bendición de Abraham viniese sobre los Gentiles por Cristo Jesús; para que por la fé recibamos la promesa del Espíritu.

    15. Hermanos, (hablo como hombre,) aunque no sea sino concierto humano, sin embargo si fuere confirmado, nadie le abroga, ni le añade.

    16. Ahora bien, a Abraham, pues, fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.

    17. Por lo que esto digo: Que el concierto confirmado ántes por Dios acerca de Cristo, la ley que fué dada cuatrocientos y treinta años después, no le puede abrogar, para invalidar la promesa.

    18. Porque si la herencia es por la ley, ya no será por la promesa: Dios empero por promesa le hizo la donación a Abraham.

    El propósito de la ley

    19. ¿De qué, pues, sirve la ley? Fué impuesta por causa de las transgresiones (hasta que viniese la simiente a quien fué hecha la promesa,) ordenada por ángeles, en mano de un mediador.

    20. Y un mediador no es de uno; mas Dios es uno.

    21. Luego ¿la ley es contra las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si se hubiese dado una ley que pudiera vivificar, la justicia verdaderamente habría sido por la ley.

    22. Mas encerró la Escritura todo debajo de pecado, para que la promesa, por la fé de Jesu Cristo, fuese dada a los creyentes.

    23. Empero ántes que viniese la fé estabamos guardados debajo de la ley, encerrados para aquella fé, que había de ser revelada.

    24. De manera que la ley fué nuestro ayo para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fé.

    25. Mas venida la fé, ya no estamos debajo de la mano del ayo.

    26. Porque vosotros todos sois hijos de Dios por la fé en Cristo Jesús.

    27. Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.

    28. No hay aquí Judío, ni Griego; no hay siervo, ni libre; no hay macho, ni hembra; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

    29. Y si vosotros sois de Cristo, entónces la simiente de Abraham sois, y herederos conforme a la promesa.