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miércoles, julio 17, 2024
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    Job 7 - Reina Valera 1865

    Job argumenta contra Dios

    1. CIERTAMENTE tiempo determi- nado tiene el hombre sobre la tierra; y sus dias son como los dias del jornalero.

    2. Como el siervo desea la sombra, y como el jornalero espera su trabajo:

    3. Así poseo yo los meses de vanidad, y las noches del trabajo me dieron por cuenta.

    4. Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Y mide mi corazón la noche, y estoy harto de devaneos hasta el alba.

    5. Mi carne está vestida de gusanos, y de terrones de polvo: mi piel rompida y abominable.

    6. Mis dias fueron más ligeros, que la lanzadera del tejedor; y fenecieron sin esperanza.

    7. Acuérdate que mi vida es un viento; y que mis ojos no volverán para ver el bien.

    8. Los ojos de los que ahora me ven, nunca más me verán: tus ojos serán sobre mí, y dejaré de ser.

    9. La nube se acaba, y se va: así es el que desciende al sepulcro, que nunca más subirá.

    10. No tornará más a su casa, ni su lugar le conocerá más.

    11. Por tanto yo no detendré mi boca, mas hablaré con la angustia de mi espíritu, y quejarme he con la amargura de mi alma.

    12. ¿Soy yo la mar, o alguna ballena que me pongas guardia?

    13. Cuando digo: Mi cama me consolará, mi cama me quitará mis quejas:

    14. Entónces me quebrantarás con sueños, y me turbarás con visiones.

    15. Y mi alma tuvo por mejor el ahogamiento; y la muerte más que a mis huesos.

    16. Abominé la vida, no quiero vivir para siempre: déjame, pues que mis dias son vanidad.

    17. ¿Qué es el hombre para que le engrandezcas, y que pongas sobre él tu corazon;

    18. Y que le visites todas las mañanas, y todos los momentos le pruebes?

    19. ¿Hasta cuándo no me dejarás, ni me soltarás hasta que trague mi saliva?

    20. Pequé: ¿qué te haré, oh guardador de los hombres? ¿Por qué me has puesto contrario a tí, y qué a mí mismo sea pesadumbre?

    21. ¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? porque ahora dormiré en el polvo; y buscarme has de mañana, y no seré hallado.