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jueves, julio 18, 2024
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    Lucas 13 - Reina Valera 1865

    Arrepentíos o pereceréis

    1. Y EN este mismo tiempo esta- ban allí unos que le contaban de los Galileos, cuya sangre Pilato había mezclado con sus sacrificios.

    2. Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos Galileos, porque han padecido tales cosas, hayan sido más pecadores que todos los Galileos?

    3. Yo os digo, que no: ántes si no os arrepintiereis, todos pereceréis así.

    4. O aquellos diez y ocho, sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que ellos fueron más deudores que todos los hombres que habitan en Jerusalem?

    5. Yo os digo, que no: ántes si no os arrepintiereis, todos pereceréis así.

    Parábola de la higuera estéril

    6. Y decía esta parábola: Tenía uno una higuera plantada en su viña; y vino a buscar fruto en ella, y no halló.

    7. Y dijo al viñero: He aquí, tres años ha que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo: córtala, ¿por qué hará inútil aun la tierra?

    8. El entónces respondiendo, le dijo: Señor, déjala aun este año, hasta que yo la escave, y la estercole.

    9. Y si hiciere fruto, bien; y si no, la cortarás después.

    Jesús sana a una mujer en el día de reposo

    10. Y enseñaba en una sinagoga en sábados.

    11. Y, he aquí, una mujer que tenía espíritu de enfermedad diez y ocho años había, y andaba agoviada, así que en ninguna manera podía enhestarse.

    12. Y como Jesús la vió, la llamó, y le dijo: Mujer, libre eres de tu enfermedad.

    13. Y púsole las manos encima, y luego se enderezó, y glorificaba a Dios.

    14. Y respondiendo un príncipe de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese curado en sábado, dijo al pueblo: Seis dias hay en que es menester obrar: en estos pues veníd, y sed curados; y no en día de sábado.

    15. Entónces el Señor le respondió, y dijo: Hipócrita, ¿cada uno de vosotros no desata en sábado su buey, o su asno del pesebre, y le lleva a beber?

    16. Y a esta hija de Abraham, que he aquí, que Satanás la había ligado diez y ocho años, ¿no convino desatarla de esta ligadura en día de sábado?

    17. Y diciendo él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; y todo el pueblo se regocijaba de todas las cosas que gloriosamente eran por él hechas.

    Parábola de la semilla de mostaza

    18. Y decía: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y a qué le compararé?

    19. Semejante es al grano de la mostaza, que tomándole un hombre le metió en su huerto; y creció, y fué hecho árbol grande, y las aves del cielo hicieron nidos en sus ramas.

    Parábola de la levadura

    20. Y otra vez dijo: ¿A qué compararé al reino de Dios?

    21. Semejante es a la levadura, que tomándola una mujer, la esconde en tres medidas de harina hasta que todo sea leudado.

    La puerta estrecha

    22. Y pasaba por todas las ciudades y aldeas enseñando, y caminando a Jerusalem.

    23. Y le dijo uno: ¿Señor, son pocos los que se salvan? Y él les dijo:

    24. Porfiád a entrar por la puerta angosta; porque yo os digo, que muchos procurarán de entrar, y no podrán;

    25. Después que el padre de familias se levantare, y cerrare la puerta, y comenzaréis a estar fuera, y tocar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos; y respondiendo él, os dirá: No os conozco de donde seais.

    26. Entónces comenzaréis a decir: Delante de tí hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste.

    27. Y os dirá: Dígoos, que no os conozco de donde seais: apartáos de mí todos los obreros de iniquidad.

    28. Allí será el lloro y el crujir de dientes, cuando viereis a Abraham, y a Isaac, y a Jacob, y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros ser echados fuera.

    29. Y vendrán del oriente, y del occidente, y del norte, y del mediodía, y se sentarán en el reino de Dios.

    30. Y, he aquí, hay postreros, que serán primeros; y hay primeros, que serán postreros.

    Lamento de Jesús sobre Jerusalén

    31. Aquel mismo día llegaron unos de los Fariseos, diciéndole: Sal, y véte de aquí; porque Heródes te quiere matar.

    32. Y les dijo: Id, y decíd a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y acabo sanidades hoy y mañana, y trasmañana soy consumado.

    33. Empero es menester que hoy, y mañana, y trasmañana camine; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalem.

    34. ¡O Jerusalem, Jerusalem! que matas los profetas, y apedreas los que son enviados a tí, ¡cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina recoge su nidada debajo de sus alas, y no quisiste!

    35. He aquí, os es dejada vuestra casa desierta; y de cierto os digo, que no me veréis, hasta que venga tiempo cuando digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.