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miércoles, julio 17, 2024
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    Proverbios 4 - Reina Valera 1865

    Beneficios de la sabiduría

    1. OID hijos la enseñanza del padre; y estád atentos, para que sepáis inteligencia.

    2. Porque os doy buen enseñamiento: no desamparéis mi ley.

    3. Porque yo fuí hijo de mi padre, delicado y único delante de mi madre:

    4. Y enseñábame, y me decía: Sustente mis razones tu corazón: guarda mis mandamientos, y vivirás.

    5. Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia: no te olvides, ni te apartes de las razones de mi boca.

    6. No la dejes, y ella te guardará; ámala, y conservarte ha.

    7. Primeramente sabiduría: adquiere sabiduría, y ante toda tu posesión adquiere inteligencia.

    8. Engrandécela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hubieres abrazado.

    9. Dará a tu cabeza aumento de gracia: corona de hermosura te entregrará.

    10. Oye, hijo mío, y recibe mis razones; y multiplicársete han años de vida.

    11. Por el camino de la sabiduría te he encaminado; y por veredas derechas te he hecho andar.

    12. Cuando por ellas anduvieres, no se estrecharán tus pasos; y si corrieres, no tropezarás.

    13. Ten asida la instrucción, no la dejes: guárdala, porque ella es tu vida.

    14. No entres por la vereda de los impíos: ni vayas por el camino de los malos:

    15. Desampárala; no pases por ella: apártate de ella, y pasa.

    16. Porque no duermen, si no hicieren mal; y pierden su sueño, si no han hecho caer.

    17. Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos.

    18. Mas la vereda de los justos es como la luz del lucero: auméntase, y alumbra hasta que el día es perfecto.

    19. El camino de los impíos es como la oscuridad: no saben en qué tropiezan.

    20. Hijo mío, está atento a mis palabras; y a mis razones inclina tu oreja:

    21. No se aparten de tus ojos: mas guárdalas en medio de tu corazón;

    22. Porque son vida a los que las hallan; y medicina a toda su carne.

    23. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.

    24. Aparta de tí la perversidad de la boca; y la iniquidad de labios aleja de tí.

    25. Tus ojos miren lo recto; y tus párpados enderecen tu camino delante de tí.

    26. Pesa la vereda de tus piés; y todos tus caminos sean ordenados.

    27. No te apartes a diestra, ni a siniestra: aparta tu pié del mal.