33.1 C
Miami
sábado, julio 20, 2024
Más


    Salmos 38 - Reina Valera 1865

    Oración de un penitente Salmo de David, para recordar.

    1. Salmo de David digno de memoria. JEHOVÁ, no me reprendas con tu furor, ni me castigues con tu ira.

    2. Porque tus saetas descendieron en mí; y sobre mí ha descendido tu mano.

    3. No hay sanidad en mi carne a causa de tu ira: no hay paz en mis huesos a causa de mi pecado.

    4. Porque mis iniquidades han pasado sobre mi cabeza: como carga pesada, se han agravado sobre mí.

    5. Pudriéronse, y corrompiéronse mis llagas a causa de mi locura.

    6. Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera: todo el día ando enlutado.

    7. Porque mis caderas están llenas de ardor: y no hay sanidad en mi carne.

    8. Estoy debilitado y molido en gran manera: rugiendo estoy a causa del alboroto de mi corazón.

    9. Señor, delante de tí están todos mis deseos: y mi suspiro no te es oculto.

    10. Mi corazón está rodeado, me ha dejado mi vigor; y la luz de mis ojos, aun ellos no están conmigo.

    11. Mis amigos, y mis compañeros, se quitaron de delante de mi plaga: y mis cercanos se pusieron léjos.

    12. Y los que buscaban a mi alma armaron lazos: y los que buscaban mi mal, hablaban iniquidades: y todo el día meditaban fraudes.

    13. Y yo, como sordo, no oía: y como un mudo, que no abre su boca.

    14. Y fuí como un hombre que no oye: y que no hay en su boca reprensiones.

    15. Porque a tí Jehová esperaba: tú responderás Jehová Dios mío.

    16. Porque decía: Que no se alegren de mí: cuando mi pié resbalaba se engrandecían sobre mí.

    17. Porque yo aparejado estoy a cojear: y mi dolor está delante de mí continuamente.

    18. Por tanto denunciaré mi maldad: congojarme he por mi pecado.

    19. Porque mis enemigos son vivos y fuertes: y hánse aumentado los que me aborrecen sin causa:

    20. Y pagando mal por bien me son contrarios, por seguir yo lo bueno.

    21. No me desampares, o! Jehová; Dios mío, no te alejes de mí.

    22. Apresúrate a ayudarme, Señor, que eres mi salud.