32.5 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    1 Juan 4 - Reina Valera 1977

    El Espíritu de Dios y el espíritu del anticristo

    1. Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad si los espíritus proceden de Dios; porque muchos falsos profetas han salido al mundo.

    2. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, procede de Dios;

    3. y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no procede de Dios; y éste es el espíritu del anticristo, el cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

    4. Hijitos, vosotros procedéis de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.

    5. Ellos son del mundo; por eso hablan como del mundo, y el mundo los oye.

    6. Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.

    Dios es amor

    7. Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios, y todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.

    8. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

    9. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por medio de él.

    10. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.

    11. Amados, si Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos unos a otros.

    12. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.

    13. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.

    14. Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo como Salvador del mundo.

    15. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.

    16. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él.

    17. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.

    18. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera al temor; porque el temor comporta castigo, y el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.

    19. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.

    20. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?

    21. Y nosotros tenemos este mandamiento de parte de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.