2 Corintios 9 - Reina Valera 19771. Porque acerca de este servicio a los santos, es superfluo que yo os escriba; 2. pues conozco vuestra buena voluntad, de la cual yo me glorío entre los de Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a la mayoría. 3. Pero he enviado a los hermanos, para que nuestra jactancia acerca de vosotros no se desvanezca en este particular; para que como decía, estéis preparados; 4. no sea que si vienen conmigo algunos macedonios, y os hallan desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de esta nuestra firme confianza. 5. Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como ofrenda generosa, y no como tacañería. 6. Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente, y el que siembra generosamente, también segará generosamente. 7. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9. como está escrito: Esparció, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. 10. Y el que suministra semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11. para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. 12. Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que falta a los santos, sino que también sobreabunda a través de muchas acciones de gracias a Dios; 13. pues por la prueba dada con esta ministración, glorifican a Dios por la sumisión que profesáis al evangelio de Cristo, y por la sinceridad de vuestra comunión con ellos y con todos; 14. asimismo con la oración de ellos por vosotros, mostrando su anhelo por vosotros a causa de la sobreabundante gracia de Dios en vosotros. 15. ¡Gracias a Dios por su don inefable! |