Isaías 38 - Reina Valera 1977Enfermedad de Ezequías1. En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. 2. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová, 3. y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que es recto delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran llanto. 4. Entonces vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: 5. Ve y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas; he aquí que yo voy a añadir a tus días quince años. 6. Y te libraré a ti y a esta ciudad, de manos del rey de Asiria; y ampararé a esta ciudad. 7. Y esto te será por señal de parte de Jehová, que Jehová hará esto que ha dicho: 8. He aquí yo haré volver atrás la sombra los diez grados que ha descendido en el reloj de sol de Acaz. Y volvió el sol diez grados atrás, por los cuales había ya descendido. 9. Escritura de Ezequías rey de Judá, de cuando enfermó y sanó de su enfermedad: 10. Yo dije: A la mitad de mis días iré a las puertas del Seol; privado soy del resto de mis años. 11. Dije: No veré a JAH, a JAH en la tierra de los vivientes; ya no veré a ningún hombre con los moradores del mundo. 12. Mi morada ha sido arrancada y llevada lejos de mí, como tienda de pastor. Como tejedor he enrollado mi vida; me cortará con la enfermedad; me consumirás entre el día y la noche. 13. Esperaba yo pacientemente hasta el alba, pero como un león molió todos mis huesos; de la mañana a la noche me acabarás. 14. Como la grulla y como la golondrina me quejaba; gemía como la paloma; alzaba en alto mis ojos. Jehová, estoy en aprieto; ven en mi ayuda. 15. ¿Qué diré? El que me lo dijo, él mismo lo ha hecho. Andaré humildemente todos mis años, a causa de aquella amargura de mi alma. 16. Oh Señor, por todas estas cosas los hombres vivirán, y en todas ellas está la vida de mi espíritu; por lo cual, restabléceme tú, y haz que viva. 17. He aquí, amargura grande me sobrevino para mi bien, mas tú tuviste a bien librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados. 18. Porque el Seol no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni pueden los que descienden al sepulcro esperar en tu verdad. 19. El que vive, el que vive, éste te dará alabanza, como yo hoy; el padre hará notoria tu verdad a los hijos. 20. Jehová está dispuesto a salvarme; por tanto, cantaremos con instrumentos de cuerda en la casa de Jehová todos los días de nuestra vida. 21. Y había dicho Isaías: Que traigan un emplasto de higos, y que se lo pongan en la llaga, y sanará. 22. Había asimismo dicho Ezequías: ¿Qué señal tendré de que subiré a la casa de Jehová? |