30.5 C
Miami
viernes, julio 19, 2024
Más


    Job 16 - Reina Valera 1977

    Job se queja contra Dios

    1. Respondió Job, y dijo:

    2. Muchas veces he oído cosas como éstas; Consoladores importunos sois todos vosotros.

    3. ¿No tendrán fin las palabras vacías? ¿O qué te anima a responder?

    4. También yo podría hablar como vosotros, Si vuestra alma estuviera en lugar de la mía; Yo podría ensartar contra vosotros palabras, Y por vosotros menear mi cabeza.

    5. Pero yo os alentaría con mis palabras, Y la consolación de mis labios apaciguaría vuestro dolor.

    6. Pero aunque hable, mi dolor no cesa; Y si dejo de hablar, no se aparta de mí.

    7. Pero ahora tú, oh Dios, me has extenuado; Has asolado toda mi familia.

    8. Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura, Que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.

    9. Su furor me despedazó, y me ha aborrecido. Crujió sus dientes contra mí; Contra mí aguzó sus ojos mi enemigo.

    10. Abrieron contra mí su boca; Hirieron mis mejillas con afrenta; Contra mí se juntaron todos.

    11. Me ha entregado Dios a los malvados, Y en las manos de los impíos me hizo caer.

    12. Vivía yo tranquilo, y me desmenuzó; Me agarró por la nuca y me despedazó, Y me puso por blanco suyo.

    13. Me rodearon sus flecheros, Traspasó mis riñones sin piedad; Mi hiel derramó por tierra.

    14. Me quebrantó con quebranto sobre quebranto; Me asaltó como un guerrero.

    15. Cosí un saco sobre mi piel, Y hundí mi cabeza en el polvo.

    16. Mi rostro está inflamado con el llanto, Y mis párpados ensombrecidos,

    17. A pesar de no haber iniquidad en mis manos, Y de haber sido pura mi oración.

    18. ¡Oh tierra!, no cubras mi sangre, Y no haya lugar adonde no llegue mi clamor.

    19. Mas he aquí que en los cielos está aún mi testigo, Y mi defensor en las alturas.

    20. Mis amigos se burlan de mí; Mas ante Dios derramaré mis lágrimas.

    21. ¡Ojalá pudiese abogar un hombre ante Dios, Como lo hace con su prójimo!

    22. Mas los años que me restan son contados, Y yo me iré por el camino de donde ya no volveré.