Mateo 17 - Reina Valera 1977La transfiguración1. Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; 2. y se transfiguró ante ellos, y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. 3. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. 4. Entonces Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: Señor, bueno es estarnos aquí; si quieres, hagamos aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. 5. Mientras él aún hablaba, una nube luminosa los cubrió; y salió de la nube una voz que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. 6. Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron enorme temor. 7. Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis. 8. Y cuando alzaron sus ojos, no vieron a nadie, sino a Jesús solo. 9. Cuando descendían del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos. 10. Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que debe venir antes Elías? 11. Jesús respondió y les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. 12. Mas os digo que Elías ya vino, y no le reconocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre va a padecer a manos de ellos. 13. Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista. Jesús sana a un muchacho lunático14. Cuando llegaron ellos adonde estaba la multitud, se le acercó un hombre que se arrodilló ante él, diciendo: 15. Señor, ten compasión de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. 16. Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. 17. Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. 18. Le increpó Jesús, y el demonio salió de él, y quedó curado el muchacho desde aquel momento. 19. Entonces los discípulos, acercándose a Jesús, le dijeron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20. Jesús les dijo: Por vuestra falta de fe; porque de cierto os digo, que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. 21. [Pero esta clase de demonios no sale sino con oración y ayuno.] Jesús anuncia otra vez su muerte22. Mientras caminaban ellos por Galilea, les dijo Jesús: El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de hombres, 23. y le matarán; y al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera. Pago del impuesto del templo24. Cuando llegaron a Capernaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el impuesto de las dos dracmas, y le dijeron: ¿No paga vuestro Maestro las dos dracmas? 25. Él dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús se anticipó a él, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran tributos o impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños? 26. Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. 27. Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, echa el anzuelo, y al primer pez que suba, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estater; tómalo, y dáselo por mí y por ti. |