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viernes, agosto 16, 2024
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    Santiago 4 - Reina Valera 1977

    La amistad con el mundo

    1. ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?

    2. Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.

    3. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

    4. ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

    5. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho habitar en nosotros nos anhela celosamente?

    6. Pero él da mayor gracia. Por lo cual dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

    7. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

    8. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

    9. Afligíos, y lamentad, y llorad. Que vuestra risa se convierta en llanto, y vuestro gozo en tristeza.

    10. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

    Juzgando al hermano

    11. Hermanos, no habléis mal los unos de los otros. El que habla mal del hermano y juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.

    12. Uno solo es el dador de la ley, el que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues al otro?

    No os gloriéis del día de mañana

    13. ¡Vamos ahora!, los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos;

    14. cuando no sabéis lo que será el mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.

    15. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.

    16. Pero ahora os jactáis en vuestras fanfarronadas. Toda jactancia semejante es mala;

    17. el pecado está, pues, en aquel que sabe hacer lo bueno y no lo hace.