Job 29 - Reina Valera Actualizada 1989Job recuerda su felicidad anterior1. Job continuó su discurso y dijo: 2. —¡Quién me concediese ser como en los meses pasados, como en los días cuando Dios me guardaba! 3. Entonces él hacía resplandecer su lámpara sobre mi cabeza, y a su luz yo caminaba en la oscuridad. 4. Así fue en los días de mi vigor, cuando la amistad íntima de Dios estaba sobre mi morada; 5. cuando el Todopoderoso aún estaba conmigo, y mis hijos estaban alrededor de mí; 6. cuando mis pasos se bañaban en leche, y la roca me vertía corrientes de aceite. 7. Entonces yo iba al tribunal de la ciudad, y alistaba mi asiento en la plaza. 8. Los jóvenes me veían y se hacían a un lado; los ancianos se levantaban y permanecían de pie. 9. Los magistrados detenían sus palabras, y ponían la mano sobre sus bocas. 10. La voz de los nobles se apagaba, y su lengua se pegaba a su paladar. 11. Cuando los oídos me oían, me llamaban: "¡Dichoso!" Cuando los ojos me veían, daban testimonio en mi favor. 12. Porque yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que no tenía quien le ayudara. 13. La bendición del moribundo caía sobre mí, y yo daba alegría al corazón de la viuda. 14. Yo me vestía de rectitud, y ella me vestía a mí; como manto y turbante era mi justicia. 15. Yo era ojos para el ciego; y pies para el cojo. 16. Era un padre para los necesitados, e investigaba la causa que no conocía. 17. Yo rompía las quijadas del inicuo, y de sus dientes arrancaba la presa. 18. Yo me decía: "En mi nido expiraré, y multiplicaré mis días como la arena." 19. Mi raíz alcanzaba hasta las aguas, y de noche el rocío se posaba en mis ramas. 20. Mi honra se mantenía nueva en mí, y mi arco se renovaba en mi mano. 21. Ellos me escuchaban y esperaban; ante mi consejo guardaban silencio. 22. Después de mi palabra no volvían a hablar, y mi discurso destilaba sobre ellos. 23. Me esperaban como a la lluvia, y abrían su boca como a la lluvia tardía. 24. Cuando me reía con ellos, ¡no lo creían! No dejaban decaer la luz de mi rostro. 25. Yo escogía el camino para ellos, y me sentaba como su jefe. Yo vivía como un rey que está en medio de sus tropas, como el que consuela a los que están de duelo. |