32.4 C
Miami
sábado, agosto 17, 2024
Más


    Job 32 - Reina Valera Actualizada 1989

    Eliú justifica su derecho de contestar a Job

    1. Estos tres hombres cesaron de responder a Job, porque él era justo ante sus propios ojos.

    2. Entonces se encendió contra Job la ira de Elihú hijo de Beraquel el buzita, de la familia de Ram. Se encendió su ira contra Job, por cuanto se justificaba más a sí mismo que a Dios.

    3. Igualmente, se encendió su ira contra los tres amigos, porque no hallaban qué responder, aunque habían condenado a Job.

    4. Elihú había esperado para hablar a Job, porque ellos eran mayores que él en edad.

    5. Pero al ver Elihú que no había respuesta en la boca de aquellos tres hombres, se encendió en ira.

    6. Entonces intervino Elihú hijo de Beraquel el buzita y dijo: —Yo soy menor en años, y vosotros sois ancianos; por eso tuve miedo y temí declararos mi opinión.

    7. Pensé que hablarían los días, y los muchos años darían a conocer sabiduría.

    8. No obstante, es el espíritu en el hombre, el soplo del Todopoderoso, que le hace entender.

    9. No son los mayores los sabios, ni los viejos los que disciernen lo justo.

    10. Por eso digo: Escuchadme, yo también expresaré mi parecer.

    11. He aquí, he esperado vuestras palabras; he escuchado vuestras razones, mientras rebuscabais qué decir.

    12. Yo os he prestado atención, pero he aquí que ninguno de vosotros ha logrado reprobar a Job o responder a sus dichos.

    13. No sea que digáis: "Hemos hallado la sabiduría; Dios lo refutará, no el hombre."

    14. El no dirigió sus palabras a mí, ni yo le responderé con vuestros dichos.

    15. Se desconcertaron; no volvieron a responder; se les fueron los razonamientos.

    16. ¿He de esperar porque ellos no hablan, porque pararon y no respondieron más?

    17. Yo también responderé mi parte; yo también expresaré mi parecer.

    18. Porque estoy lleno de palabras, y me impulsa mi espíritu dentro de mí.

    19. He aquí que mi interior es como vino sin respiradero, y como odres nuevos va a reventar.

    20. Hablaré, pues, y hallaré desahogo; abriré mis labios y responderé.

    21. Yo no haré distinción de personas, a ningún hombre adularé.

    22. Porque nunca he sabido adular; mi Hacedor me llevaría en breve.