29 C
Miami
domingo, julio 21, 2024
Más


    Salmos 44 - Reina Valera Actualizada 1989

    Liberaciones pasadas y pruebas presentes Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.

    1. (Al músico principal. De los hijos de Coré. Masquil) Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído; nuestros padres nos han contado de la obra que hiciste en sus días, en tiempos antiguos.

    2. Con tu mano echaste a las naciones para plantarlos a ellos; abatiste a los pueblos y los arrojaste.

    3. No se apoderaron de la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, tu brazo, y la luz de tu rostro; porque tú los favorecías.

    4. Tú, oh Dios, eres mi Rey; manda liberación a Jacob.

    5. Por medio de ti embestiremos a nuestros enemigos; en tu nombre pisotearemos a los que se nos oponen.

    6. No confiaré en mi arco, ni mi espada me librará;

    7. pues tú nos libras de nuestros enemigos y avergüenzas a los que nos aborrecen.

    8. En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, y alabaremos su nombre para siempre. (Selah)

    9. Sin embargo, nos has desechado y nos has confundido; ya no sales con nuestros ejércitos.

    10. Nos has hecho retroceder ante el enemigo, y los que nos aborrecen nos han saqueado.

    11. Nos has puesto como ovejas para el consumo, y nos has esparcido entre las naciones.

    12. Has vendido de balde a tu pueblo, y ningún provecho has ganado con su precio.

    13. Nos has puesto como afrenta ante nuestros vecinos, por burla y ridículo ante los que están a nuestro alrededor.

    14. Nos has puesto como refrán en medio de las naciones, y como objeto de burla en medio de los pueblos.

    15. Cada día mi confusión está delante de mí, y mi cara se cubre de vergüenza,

    16. por la voz del que injuria y deshonra, por causa del enemigo y del vengativo.

    17. Todo esto nos ha venido, pero no nos hemos olvidado de ti, ni hemos faltado a tu pacto.

    18. No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni tampoco nuestros pasos se han apartado de tu camino,

    19. para que nos abatas en el lugar de los chacales y nos cubras con densa oscuridad.

    20. Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios o alzado nuestras manos a un dios extraño,

    21. ¿no averiguaría esto Dios, quien conoce los secretos del corazón?

    22. Más bien, por tu causa nos matan cada día; somos tratados como ovejas para el matadero.

    23. Despierta; ¿por qué duermes, oh Señor? Despierta; no nos abandones para siempre.

    24. ¿Por qué escondes tu rostro y te olvidas de nuestra aflicción y opresión?

    25. Nuestra alma está agobiada hasta el polvo; nuestro vientre está pegado a la tierra.

    26. Levántate, socórrenos y redímenos por tu misericordia.