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    1 Corintios 10 - Reina Valera 1995

    Amonestaciones contra la idolatría

    1. [1] No quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube, y todos pasaron el mar;[2]

    2. que todos, en unión con Moisés, fueron bautizados en la nube y en el mar,

    3. todos comieron el mismo alimento espiritual[3]

    4. y todos bebieron la misma bebida espiritual,[4] porque bebían de la roca espiritual que los seguía. Esa roca era Cristo.[5]

    5. Pero de la mayoría de ellos no se agradó Dios, por lo cual quedaron tendidos en el desierto.[6]

    6. Estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.[7]

    7. Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: "Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar".[8]

    8. Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil.[9]

    9. Ni tentemos al Señor,[10] como también algunos de ellos lo tentaron, y perecieron por las serpientes.[11]

    10. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por mano del destructor.[12]

    11. Todas estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros,[13] que vivimos en estos tiempos finales.

    12. Así que el que piensa estar firme, mire que no caiga.

    13. No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios,[14] que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla.[15]

    14. Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.[16]

    15. Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.

    16. La copa de bendición que bendecimos,[17] ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?[18]

    17. Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo, pues todos participamos de aquel mismo pan.[19]

    18. Mirad a Israel según la carne: los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar?[20]

    19. ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que es algo lo que se sacrifica a los ídolos?[21]

    20. Antes digo que aquello que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican y no a Dios;[22] y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.

    21. No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.[23]

    22. ¿O provocaremos a celos al Señor?[24] ¿Somos acaso más fuertes que él?

    Haced todo para la gloria de Dios

    23. Todo me es lícito,[25] pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.

    24. Nadie busque su propio bien, sino el del otro.[26]

    25. De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia,

    26. porque del Señor es la tierra y todo cuanto en ella hay.[27]

    27. Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia.

    28. Pero si alguien os dice: "Esto fue sacrificado a los ídolos", no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró y por motivos de conciencia, porque del Señor es la tierra y cuanto en ella hay.[28] [29]

    29. Me refiero a la conciencia del otro, no a la tuya,[30] pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro?

    30. Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello por lo cual doy gracias?

    31. Si, pues, coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.[31]

    32. No seáis tropiezo ni a judíos ni a gentiles ni a la iglesia de Dios.

    33. Del mismo modo, también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio sino el de muchos, para que sean salvos.