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miércoles, julio 17, 2024
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    Efesios 3 - Reina Valera 1995

    Ministerio de Pablo a los gentiles

    1. Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús[1] por vosotros los gentiles...

    2. Seguramente habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada[2] para con vosotros,

    3. pues por revelación me fue declarado el misterio,[3] como antes lo he escrito brevemente.[4]

    4. Al leerlo podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo,

    5. el cual en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu:

    6. que los gentiles son coherederos[5] y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,[6]

    7. del cual yo fui hecho ministro[7] por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la acción de su poder.

    8. A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos,[8] me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las insondables riquezas de Cristo,

    9. y de aclarar a todos cuál sea el plan del misterio[9] escondido desde los siglos en Dios, el creador de todas las cosas,

    10. para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades[10] en los lugares celestiales,[11]

    11. conforme al propósito eterno que hizo[12] en Cristo Jesús, nuestro Señor,

    12. en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él.[13]

    13. Por eso, pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria.

    El amor que excede a todo conocimiento

    14. Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo[14]

    15. (de quien toma nombre[15] toda familia[16] en los cielos y en la tierra),

    16. para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;

    17. que habite Cristo por la fe en vuestros corazones,[17] a fin de que, arraigados y cimentados en amor,

    18. seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,

    19. y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.[18]

    20. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder[19] que actúa en nosotros,

    21. a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.[20]