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    Hechos 15 - Reina Valera 1995

    El concilio en Jerusalén

    1. [1] Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: "Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés no podéis ser salvos".[2]

    2. Pablo y Bernabé tuvieron una discusión y contienda no pequeña con ellos. Por eso se dispuso que Pablo, Bernabé y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión.

    3. Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos.

    4. Al llegar a Jerusalén fueron recibidos por la iglesia, por los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos.

    5. Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído,[3] se levantaron diciendo: --Es necesario circuncidarlos y mandarles que guarden la Ley de Moisés.

    6. Entonces se reunieron los apóstoles y los ancianos[4] para conocer de este asunto.

    7. Después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: --Hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo Dios escogió que los gentiles oyeran por mi boca la palabra del evangelio y creyeran.[5]

    8. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros;[6]

    9. y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.

    10. Ahora pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo[7] que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?[8]

    11. Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.

    12. Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles.

    13. Cuando ellos callaron, Jacobo[9] respondió diciendo: --Hermanos, oídme.

    14. Simón[10] ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles para tomar de ellos pueblo para su nombre.

    15. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:

    16. " "Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David,[11] que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar,

    17. para que el resto de los hombresbusque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cualeses invocado mi nombre,

    18. dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos".[12] [13]

    19. "Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios,

    20. sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre,[14]

    21. porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada sábado.

    22. Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos,[15] con toda la iglesia, elegir a algunos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas, que tenía por sobrenombre Barsabás,[16] a Silas,[17] hombres principales entre los hermanos,

    23. y escribir por conducto de ellos: "Los apóstoles, los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, Siria y Cilicia:[18] Salud.

    24. Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la Ley,[19]

    25. nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo,

    26. hombres que han expuesto su vida por el nombre[20] de nuestro Señor Jesucristo.

    27. Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de palabra os harán saber lo mismo,

    28. pues ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias:

    29. que os abstengáis[21] de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; si os guardáis de estas cosas, bien haréis. Pasadlo bien".

    30. Así pues, los que fueron enviados descendieron a Antioquía y, reuniendo a la congregación, entregaron la carta.

    31. Habiéndola leído, se regocijaron por la consolación.[22]

    32. Judas y Silas, que también eran profetas,[23] consolaron[24] y animaron a los hermanos con abundancia de palabras.

    33. Después de pasar algún tiempo allí, fueron despedidos en paz por los hermanos para volver a aquellos que los habían enviado.[25]

    34. Sin embargo, a Silas le pareció bien quedarse allí.[26]

    35. Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos.[27]

    Pablo se separa de Bernabé, y comienza su segundo viaje

    36. [28] Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: --Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están.

    37. Bernabé quería que llevaran consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos,

    38. pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia[29] y no había ido con ellos a la obra.

    39. Hubo tal desacuerdo entre ambos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre,

    40. y Pablo, escogiendo a Silas,[30] salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor,

    41. y pasó por Siria y Cilicia, animando a las iglesias.