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    Jueces 6 - Reina Valera 1995

    Llamamiento de Gedeón

    1. Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y Jehová los entregó en manos de Madián por siete años.[1]

    2. Como la mano de Madián los oprimía cada vez más, los hijos de Israel, por temor a los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, cavernas y lugares fortificados.

    3. Pues sucedía que cuando Israel tenía algo sembrado, subían los madianitas y amalecitas[2] y los hijos del oriente[3] contra ellos; subían y los atacaban.

    4. Acampaban frente a ellos y destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza.[4] No dejaban qué comer en Israel, ni ovejas ni bueyes ni asnos.

    5. Con sus tiendas y sus ganados, subían como una inmensa nube de langostas.[5] Ellos y sus camellos eran innumerables, y venían a la tierra para devastarla.

    6. De este modo se empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián. Y los hijos de Israel clamaron a Jehová.

    7. Cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová a causa de los madianitas,[6]

    8. Jehová les envió un profeta, el cual les dijo: "Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: "Yo os hice salir de Egipto y os saqué de la casa de servidumbre.

    9. Os libré de manos de los egipcios y de manos de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra.

    10. También os dije: Yo soy Jehová, vuestro Dios: No temáis a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis. Sin embargo, no habéis obedecido a mi voz"".[7]

    11. Entonces vino el ángel de Jehová[8] y se sentó debajo de la encina que está en Ofra,[9] la cual era de Joás abiezerita. Gedeón,[10] su hijo, estaba sacudiendo el trigo[11] en el lagar, para esconderlo de los madianitas,

    12. cuando se le apareció el ángel de Jehová y le dijo:[12] --Jehová está contigo, hombre esforzado y valiente.[13]

    13. Gedeón le respondió: --Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Dónde están todas esas maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: "¿No nos sacó Jehová de Egipto?"? Y ahora Jehová nos ha desamparado y nos ha entregado en manos de los madianitas.

    14. Mirándolo Jehová, le dijo: --Ve con esta tu fuerza y salvarás a Israel de manos de los madianitas. ¿No te envío yo?

    15. Gedeón le respondió de nuevo: --Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo soy el menor en la casa de mi padre.[14]

    16. Jehová le dijo: --Ciertamente yo estaré contigo,[15] y tú derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.

    17. Él respondió: --Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal[16] de que has hablado conmigo.

    18. Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Jehová le contestó: --Yo esperaré hasta que vuelvas.

    19. Gedeón se fue, preparó un cabrito y panes sin levadura de un efa de harina, puso la carne en un canastillo y el caldo en una olla y, sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina.

    20. Entonces el ángel de Dios le dijo: --Toma la carne y los panes sin levadura, ponlos sobre esta peña y vierte el caldo. Él lo hizo así.

    21. Extendiendo el ángel de Jehová el cayado que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura, y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Luego el ángel de Jehová desapareció de su vista.

    22. Al ver Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: --Ah, Señor Jehová, he visto al ángel de Jehová cara a cara.[17]

    23. Pero Jehová le dijo: --La paz sea contigo. No tengas temor, no morirás.

    24. Gedeón edificó allí altar a Jehová y lo llamó Jehová-salom.[18] Este altar permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.

    25. Aconteció que esa misma noche le dijo Jehová: "Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro, el de siete años, y derriba el altar de Baal[19] que tiene tu padre; corta también la imagen de Asera que se halla junto a él

    26. y edifica altar a Jehová, tu Dios, en la cumbre de este peñasco, en lugar conveniente. Toma después aquel segundo toro y sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado".

    27. Entonces Gedeón tomó diez hombres de entre sus siervos e hizo como Jehová le dijo. Pero temiendo hacerlo de día, a causa de la familia de su padre y de los hombres de la ciudad, lo hizo de noche.

    28. Por la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, el altar de Baal estaba derribado, y había sido cortada la imagen de Asera que se hallaba junto a él, y ofrecido aquel toro segundo en holocausto sobre el altar edificado.

    29. Y unos a otros se preguntaban: --¿Quién ha hecho esto? Buscando e inquiriendo, les dijeron: --Gedeón hijo de Joás lo ha hecho. Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás:

    30. --Saca a tu hijo, para que muera, porque ha derribado el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que se hallaba junto a él.

    31. Pero Joás respondió a todos los que estaban junto a él: --¿Lucharéis vosotros por Baal? ¿Defenderéis su causa? Cualquiera que contienda por él, que muera esta mañana. Si es un dios, que luche por sí mismo[20] con quien derribó su altar.

    32. Aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal,[21] esto es: "Luche Baal contra él", por cuanto derribó su altar.

    33. Pero todos los madianitas y amalecitas y los del oriente se juntaron a una, y cruzando el Jordán acamparon en el valle de Jezreel.

    34. Entonces el espíritu de Jehová vino sobre[22] Gedeón, y cuando este tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él.

    35. Envió mensajeros por todo Manasés, y también ellos se le unieron; asimismo envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, los cuales salieron a su encuentro.

    36. Gedeón dijo a Dios: "Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho,

    37. he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; si el rocío está sobre el vellón solamente, y queda seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho".

    38. Y así aconteció, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón para sacarle el rocío, y llenó con él un tazón de agua.

    39. Pero Gedeón dijo a Dios: "No se encienda tu ira contra mí si hablo de nuevo: probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío caiga sobre la tierra".[23]

    40. Aquella noche lo hizo Dios así; solo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.