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miércoles, julio 17, 2024
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    Mateo 25 - Reina Valera 1995

    Parábola de las diez vírgenes

    1. "Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio.[1]

    2. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.

    3. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;

    4. pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.

    5. Como el novio tardaba, cabecearon todas y se durmieron.

    6. Y a la medianoche se oyó un clamor: "¡Aquí viene el novio, salid a recibirlo!"

    7. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas.

    8. Y las insensatas dijeron a las prudentes: "Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan".

    9. Pero las prudentes respondieron diciendo: "Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden y comprad para vosotras mismas".

    10. Pero mientras ellas iban a comprar, llegó el novio; y las que estaban preparadas entraron con él a la boda,[2] y se cerró la puerta.

    11. Después llegaron también las otras vírgenes, diciendo: "¡Señor, señor, ábrenos!"

    12. Pero él, respondiendo, dijo: "De cierto os digo que no os conozco".[3]

    13. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.[4]

    Parábola de los talentos

    14. "El reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos[5] y les entregó sus bienes.

    15. A uno dio cinco talentos,[6] a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.

    16. El que recibió cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.

    17. Asimismo el que recibió dos, ganó también otros dos.

    18. Pero el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.

    19. "Después de mucho tiempo regresó el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos.

    20. Se acercó el que había recibido cinco talentos y trajo otros cinco talentos, diciendo: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos".

    21. Su señor le dijo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.[7] Entra en el gozo de tu señor".

    22. Se acercó también el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos".

    23. Su señor le dijo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor".

    24. Pero acercándose también el que había recibido un talento, dijo: "Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste;

    25. por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo".

    26. Respondiendo su señor, le dijo: "Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí.

    27. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.

    28. Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos,

    29. porque al que tiene, le será dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.[8]

    30. Y al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes".[9]

    El juicio de las naciones

    31. "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria y todos los santos ángeles con él,[10] entonces se sentará en su trono de gloria,[11]

    32. y serán reunidas delante de él todas las naciones; entonces apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.

    33. Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda.[12]

    34. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo,

    35. porque tuve hambre y me disteis de comer;[13] tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis;

    36. estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y fuisteis a verme".

    37. Entonces los justos le responderán diciendo: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber?

    38. ¿Y cuándo te vimos forastero y te recogimos, o desnudo y te vestimos?

    39. ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"

    40. Respondiendo el Rey, les dirá: "De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis".[14]

    41. "Entonces dirá también a los de la izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles,[15]

    42. porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;

    43. fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis".

    44. Entonces también ellos le responderán diciendo: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te servimos?"

    45. Entonces les responderá diciendo: "De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis".[16]

    46. Irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna.[17]