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miércoles, julio 17, 2024
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    Mateo 5 - Reina Valera 1995

    El Sermón del monte: Las bienaventuranzas

    1. [1] Viendo la multitud, subió al monte y se sentó.[2] Se le acercaron sus discípulos,

    2. y él, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:

    3. [3] "Bienaventurados los pobres en espíritu,[4] porque de ellos es el reino de los cielos.[5]

    4. Bienaventurados los que lloran,[6] porque recibirán consolación.[7]

    5. Bienaventurados los mansos, porque recibirán la tierra por heredad.[8]

    6. Bienaventurados los que tienen hambrey sed[9] de justicia,[10] porque serán saciados.[11]

    7. Bienaventurados los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia.

    8. Bienaventurados los de limpio corazón,[12] porque verán a Dios.

    9. Bienaventurados los pacificadores,[13] porque serán llamados hijos de Dios.

    10. Bienaventurados los que padecenpersecución por causa de la justicia,[14] porque de ellos es el reino de los cielos.

    11. Bienaventurados seréis cuando por micausa os insulten, os persigan y digantoda clase de mal contra vosotros,mintiendo.[15]

    12. "Gozaos y alegraos, porque vuestra recompensa[16] es grande en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes de vosotros.[17]

    La sal de la tierra

    13. "Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.[18]

    La luz del mundo

    14. "Vosotros sois la luz del mundo;[19] una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

    15. Ni se enciende una luz[20] y se pone debajo de una vasija,[21] sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa.[22] [23]

    16. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.[24]

    Jesús y la ley

    17. "No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas;[25] no he venido a abolir, sino a cumplir,[26]

    18. porque de cierto os digo que antes que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde[27] pasará de la Ley, hasta que todo se haya cumplido.

    19. De manera que cualquiera que quebrante[28] uno de estos mandamientos muy pequeños y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; pero cualquiera que los cumpla y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.

    20. "Por tanto, os digo que si vuestra justicia[29] no fuera mayor que la de los escribas y fariseos,[30] no entraréis en el reino de los cielos.

    Jesús y la ira

    21. [31] "Oísteis que fue dicho a los antiguos: "No matarás",[32] y cualquiera que mate será culpable de juicio.

    22. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga "Necio"[33] a su hermano, será culpable ante el Concilio;[34] y cualquiera que le diga "Fatuo",[35] quedará expuesto al infierno de fuego.[36] [37]

    23. "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,

    24. deja allí tu ofrenda delante del altar y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y presenta tu ofrenda.

    25. Ponte de acuerdo pronto con tu adversario, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y seas echado en la cárcel.

    26. De cierto te digo que no saldrás de allí hasta que pagues el último cuadrante.[38] [39]

    Jesús y el adulterio

    27. "Oísteis que fue dicho: "No cometerás adulterio".[40]

    28. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

    29. "Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti, pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.

    30. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala y échala de ti, pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.[41]

    Jesús y el divorcio

    31. [42] "También fue dicho: "Cualquiera que repudie a su mujer, déle carta de divorcio".[43]

    32. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación,[44] hace que ella adultere, y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.

    Jesús y los juramentos

    33. "Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: "No jurarás en falso, sino cumplirás al Señor tus juramentos".[45]

    34. Pero yo os digo: No juréis de ninguna manera: ni por el cielo, porque es el trono de Dios;

    35. ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.[46] [47]

    36. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.

    37. Pero sea vuestro hablar: "Sí, sí" o "No, no", porque lo que es más de esto, de mal procede.[48] [49]

    El amor hacia los enemigos

    38. "Oísteis que fue dicho: "Ojo por ojo y diente por diente".[50]

    39. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;[51]

    40. al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica,[52] déjale también la capa;

    41. a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.[53]

    42. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo niegues.[54]

    43. "Oísteis que fue dicho: "Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo".[55]

    44. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen,[56] [57]

    45. para que seáis hijos[58] de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos.

    46. Si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?[59]

    47. Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?

    48. Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.[60]