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    Salmos 104 - Reina Valera 1995

    Dios cuida de su creación

    1. [1] ¡Bendice, alma mía, a Jehová![2] Jehová, Dios mío,mucho te has engrandecido; te has vestido de gloriay de magnificencia:

    2. el que se cubre de luz[3] como de vestidura, que extiende los cielos como una cortina,

    3. que establece sus aposentosentre las aguas,[4] el que pone las nubes por su carroza, el que anda sobre las alas del viento,

    4. el que hace a los vientos sus mensajeros y a las llamas de fuego sus ministros.[5]

    5. Él fundó la tierra sobre sus cimientos;[6] no será jamás removida.

    6. Con el abismo, como con vestido,la cubriste; sobre los montes estaban las aguas.

    7. A tu reprensión huyeron; al sonido de tu trueno se apresuraron;

    8. subieron los montes,descendieron los valles al lugar que tú les fijaste.

    9. Les pusiste un límite,el cual no traspasarán, ni volverán a cubrir la tierra.[7]

    10. Tú eres el que viertes los manantialesen los arroyos; van entre los montes,

    11. dan de beber a todas las bestias del campo, mitigan su sed los asnos monteses.

    12. En sus orillas habitan las aves del cielo; ¡cantan entre las ramas!

    13. Él riega los montes desde sus aposentos; del fruto de sus obras se sacia la tierra.

    14. Él hace brotar el heno para las bestias y la hierba para el servicio del hombre, para sacar el pan de la tierra,

    15. el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace brillar el rostro[8] y el pan que sustenta la vida del hombre.

    16. Se llenan de savia los árboles de Jehová, los cedros del Líbano que él plantó.

    17. Allí anidan las aves; en las hayas hace su casa la [email protected]

    18. Los montes altos sonpara las cabras monteses; las peñas, para madriguerasde los conejos.

    19. Hizo la luna para los tiempos;[9] el sol conoce su ocaso.

    20. Pones las tinieblas, y es de noche; en ella correteantodas las bestias de la selva.

    21. Los leoncillos rugen tras la presa y reclaman de Dios su comida.

    22. Sale el sol, se recogen y se echan en sus cuevas.

    23. Sale el hombre a su labor y a su labranza hasta la tarde.

    24. ¡Cuán innumerables son tus obras, Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; ¡la tierra está llena de tus beneficios!

    25. He allí el grande y ancho mar, en donde se mueven seres innumerables, seres pequeños y grandes.

    26. Allí lo surcan las naves; allí este Leviatán[10] que hicistepara que jugara en él.

    27. Todos ellos esperan en ti, para que les des la comida a su tiempo.

    28. Tú les das y ellos recogen; abres tu mano y se sacian de bien.

    29. Escondes tu rostro, se turban; les quitas el hálito, dejan de ser y vuelven al polvo.

    30. Envías tu espíritu, son creados y renuevas la faz de la tierra.[11]

    31. ¡Sea la gloria de Jehová para siempre! ¡Alégrese Jehová en sus obras!

    32. Él mira a la tierra y ella tiembla; toca los montes y humean.

    33. A Jehová cantaré en mi vida; a mi Dios cantaré salmos mientras viva.[12]

    34. Dulce será mi meditación en él; yo me regocijaré en Jehová.

    35. ¡Sean consumidos de la tierralos pecadores y los impíos dejen de ser! ¡Bendice, alma mía, a Jehová! ¡Aleluya![13]