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lunes, julio 29, 2024
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    Salmos 28 - Reina Valera 1995

    Plegaria pidiendo ayuda, y alabanza por la respuesta Salmo de David.

    1. [1] A ti clamaré, Jehová. ¡Roca mía,[2] no te desentiendas de mí, no sea que, dejándome tú, llegue a ser semejante a los que descienden al sepulcro!

    2. Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.

    3. No me arrebates juntamente con los malos y con los que hacen iniquidad. Ellos hablan paz con sus prójimos, pero la maldad está en su corazón.

    4. Dales conforme a su obra[3] y conforme a la perversidad de sus hechos. Dales su merecidoconforme a la obra de sus manos.

    5. Por cuanto no atendierona los hechos de Jehová ni a la obra de sus manos, ¡él los derribará y no los edificará!

    6. ¡Bendito sea Jehová, que oyó la voz de mis ruegos!

    7. Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón. Con mi cántico lo alabaré.[4]

    8. Jehová es la fortaleza de su pueblo y el refugio salvador de su ungido.[5]

    9. Salva a tu pueblo y bendice a tu heredad; pastoréalos y susténtalos para siempre.[6]