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domingo, julio 28, 2024
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    Salmos 32 - Reina Valera 1995

    La dicha del perdón Salmo de David. Masquil.

    1. [1] [2] Bienaventurado[3] aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado.

    2. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad[4] y en cuyo espíritu no hay engaño.

    3. Mientras callé,se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día,

    4. porque de día y de nochese agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedadesde verano. Selah

    5. Mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad. Dije: "Confesaré mis rebelionesa Jehová", y tú perdonaste la maldad de mi pecado.[5] Selah

    6. Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;[6] ciertamente en la inundaciónde muchas aguas no llegarán estas a él.

    7. Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás. Selah

    8. "Te haré entender y te enseñaréel camino en que debes andar;[7] sobre ti fijaré mis ojos.

    9. No seáis como el caballo, o comoel mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetadoscon cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti".

    10. Muchos dolores habrá para el impío; mas al que espera en Jehová,lo rodea la misericordia.

    11. Alegraos en Jehová y gozaos, justos; ¡cantad con júbilo todos vosotroslos rectos de corazón!