Salmos 38 - Reina Valera 1995Oración de un penitente Salmo de David, para recordar.1. [1] [2] Jehová, no me reprendas en tu furor ni me castigues en tu ira.[3] 2. Tus saetas cayeron sobre mí,[4] y sobre mí ha descendido tu mano. 3. Nada hay sano en mi carnea causa de tu ira; ni hay paz en mis huesosa causa de mi pecado, 4. porque mis maldadesse acumulan sobre mi cabeza; como carga pesada me abruman. 5. Hieden y supuran mis llagas a causa de mi locura. 6. Estoy encorvado,estoy humillado en gran manera, ando enlutado todo el día, 7. porque mis lomos están llenos de ardor; nada hay sano en mi carne. 8. Estoy debilitado y molidoen gran manera; ¡gimo a causa de la conmociónde mi corazón! 9. Señor, delante de ti estántodos mis deseos y mi suspiro no te es oculto. 10. Mi corazón está acongojado,me ha dejado mi vigor, y aun la luz de mis ojos me falta ya. 11. Mis amigos y mis compañerosse mantienen lejos de mi plaga, y mis cercanos se han alejado.[5] 12. Los que buscan mi vida arman lazos, y los que procuran mi mal me amenazan y traman engaños todo el día. 13. Pero yo, como si fuera sordo, no oigo, y soy como un mudoque no abre la boca.[6] 14. Soy, pues, como un hombre que no oye y en cuya boca no hay reprensiones. 15. Porque en ti, Jehová, he esperado, tú responderás, Jehová, Dios mío. 16. Dije: "No se alegren de mí; cuando mi pie resbale,no se engrandezcan sobre mí". 17. ¡Pero yo estoy a punto de caer y mi dolor está delante de mí continuamente! 18. Por tanto, confesaré mi maldad y me entristeceré por mi pecado. 19. Mis enemigos están vivos y fuertes, y se han aumentadolos que me aborrecen sin causa. 20. Los que pagan mal por bien me son contrarios,por seguir yo lo bueno. 21. No me desampares, Jehová; Dios mío, no te alejes de mí. 22. ¡Apresúrate a ayudarme, Señor, salvación mía! |