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    Salmos 73 - Reina Valera 1995

    El destino de los malos Salmo de Asaf.

    1. [1] [2] Ciertamente es bueno Diospara con Israel, para con los limpios de corazón.

    2. En cuanto a mí,casi se deslizaron mis pies, ¡por poco resbalaron mis pasos!,

    3. porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos.

    4. No se atribulan por su muerte, pues su vigor está entero.

    5. No pasan trabajoscomo los otros mortales, ni son azotadoscomo los demás hombres.

    6. Por tanto, la soberbia los corona; se cubren con vestido de violencia.

    7. Los ojos se les saltan de gordura; logran con creceslos antojos del corazón.

    8. Se mofan y hablan con maldadde hacer violencia; hablan con altanería.

    9. Ponen su boca contra el cielo y su lengua pasea la tierra.

    10. Por eso Dios hará volvera su pueblo aquí, y aguas en abundancia son extraídaspara ellos.[3]

    11. Y dicen: "¿Cómo sabe Dios? ¿Acaso hay conocimientoen el Altísimo?"[4]

    12. Estos impíos, sin ser turbados del mundo,aumentaron sus riquezas.

    13. ¡Verdaderamente en vano he limpiadomi corazón y he lavado mis manos en inocencia!,

    14. pues he sido azotado todo el día y castigado todas las mañanas.[5]

    15. Si dijera yo: "¡Hablaré como ellos!", engañaría a la generación de tus hijos.

    16. Cuando pensé para saber esto, fue duro trabajo para mí,

    17. hasta que, entrando en el santuariode Dios,[6] comprendí el fin de ellos.

    18. Ciertamente, los has puestoen deslizaderos, en asolamiento los harás caer.

    19. ¡Cómo han sido asolados de repente! ¡Perecieron, se consumieron de terrores!

    20. Como sueño del que despierta, así, Señor, cuando despiertes, menospreciarás su apariencia.

    21. Se llenó de amargura mi alma y en mi corazón sentía punzadas.

    22. Tan torpe era yo, que no entendía; ¡era como una bestia delante de ti!

    23. Con todo, yo siempre estuve contigo; me tomaste de la mano derecha.

    24. Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.

    25. ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

    26. Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

    27. Ciertamente los que se alejan de ti perecerán; tú destruirása todo aquel que de ti se aparta.

    28. Pero en cuanto a mí,el acercarme a Dios es el bien. He puesto en Jehová el Señormi esperanza, para contar todas tus obras.