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miércoles, julio 17, 2024
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    Santiago 2 - Reina Valera 1995

    Amonestación contra la parcialidad

    1. Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo[1] sea sin acepción de personas.[2]

    2. Si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y ropa espléndida,[3] y también entra un pobre con vestido andrajoso,

    3. y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: "Siéntate tú aquí, en buen lugar", y decís al pobre: "Quédate tú allí de pie", o "Siéntate aquí en el suelo",[4]

    4. ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos y venís a ser jueces con malos pensamientos?

    5. Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo,[5] para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que lo aman?

    6. Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales?[6]

    7. ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?[7]

    8. Si en verdad cumplís la Ley suprema, conforme a la Escritura: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo",[8] bien hacéis;

    9. pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis convictos por la Ley como transgresores,[9]

    10. porque cualquiera que guarde toda la Ley, pero ofenda en un punto, se hace culpable de todos,[10]

    11. pues el que dijo: "No cometerás adulterio", también ha dicho: "No matarás".[11] Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la Ley.

    12. Así hablad y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad,[12]

    13. porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no haga misericordia;[13] y la misericordia triunfa sobre el juicio.[14]

    La fe sin obras es muerta

    14. Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarlo?[15]

    15. Y si un hermano o una hermana están desnudos y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,

    16. y alguno de vosotros les dice: "Id en paz, calentaos y saciaos", pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?

    17. Así también la fe, si no tiene obras, está completamente muerta.[16]

    18. Pero alguno dirá: "Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostraré mi fe por mis obras".

    19. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

    20. ¿Pero quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras está muerta?[17]

    21. ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?[18]

    22. ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras y que la fe se perfeccionó por las obras?

    23. Y se cumplió la Escritura que dice: "Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia",[19] y fue llamado amigo de Dios.[20]

    24. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras y no solamente por la fe.

    25. Asimismo, Rahab, la ramera, ¿no fue acaso justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?[21]

    26. Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, también la fe sin obras está muerta.[22]